
Es muy sorprendente la torpeza de Lufthansa al confesar por escrito y públicamente que los 4.000 despidos que va a aplicar en los próximos meses son el resultado de la introducción de la Inteligencia Artificial en las labores administrativas (Los despidos de Lufthansa, por la Inteligencia Artificial).
Es muy torpe porque, por supuesto, sus rivales en la aviación y empresas de todo tipo, están haciendo lo mismo pero no lo anuncian públicamente. Por muchas razones. Primero, porque está por verse que la Inteligencia Artificial vaya a funcionar realmente bien; segundo, porque demuestra una insensibilidad laboral patética; y tercero, porque pone al cliente a la defensiva ante una empresa con ese perfil y esas prioridades.
Hasta ahora, yo había visto empresas que anuncian la incorporación de la Inteligencia Artificial para dar servicios nuevos. O sea que, en lugar de contratar nueva plantilla, incorporar la IA. Esto es lo mismo, pero no provoca las mismas emociones. Nadie, a día de hoy, que yo recuerde, ha anunciado que va a reemplazar plantilla propia, con antigüedad, con hijos, con hipotecas, por máquinas.
Lufthansa juega con fuego porque está en un proceso de expansión internacional en el que podría terminar etiquetada como empresa insensible, lo cual siempre tiene un coste. Sobre todo cuando su expansión depende de decisiones ajenas. Y juega con fuego ante su plantilla, que podría terminar por movilizarse, cosa que no es habitual entre el personal administrativo.
En todo caso, merece una reflexión el fenómeno de fondo: más tarde o más pronto, con más o menos torpeza, empezaremos a ver cómo la IA sustituye a la mano de obra humana en muchas actividades. Por lo que va siendo cada día más urgente que Europa analice qué hacer ante este asunto que tiene más consecuencias: la IA, por ejemplo, no cotiza a la Seguridad Social, a diferencia de lo que ocurría con los trabajadores humanos, lo que genera otras problemáticas. Lufthansa ahora va a competir con otras aerolíneas que sí tienen humanos y que sí pagan salarios, las cuales para poder estar en igualdad de condiciones tendrán que acudir a los mismos métodos, con sus efectos.
Más nos valdría anticiparnos para no ir a remolque, después de sufrir el impacto más duro de estos cambios.