
Los hoteleros de la Costa del Sol han mostrado su oposición frontal a la implantación de una tasa turística en Andalucía, alegando que se trata de un impuesto que encarecería la estancia de los visitantes y dañaría la competitividad del destino. La patronal Aehcos ha advertido que no existe garantía de retorno directo de la recaudación para la industria ni para la mejora de la oferta turística (“Una tasa turística en Andalucía provocaría pérdida de competitividad”).
Para su presidente, José Luque, este impuesto repercutiría de forma negativa en la economía local y regional. “Su implantación no tendría un retorno garantizado con una finalidad concreta, porque los impuestos carecen de objetivo finalista”, Además, ha alertado de que el sobrecoste acabaría trasladándose al IPC y a la inflación general.
En este sentido, recuerda que en otras comunidades como Baleares o Cataluña el supuesto destino específico de los fondos recaudados no se ha cumplido ya que “el dinero está siendo utilizado para cubrir déficits de otros servicios públicos”. También ha avisado de que el sector andaluz se vería en desventaja competitiva frente a otras regiones que no cuentan con este gravamen.
Por su parte, el vicepresidente ejecutivo de Aehcos, Javier Hernández, ha enumerado los riesgos de la medida: aumento de costes para los turistas, menor gasto en destino, pérdida de empleo, impacto negativo en el comercio y desincentivo del turismo nacional. A su juicio, no se han estudiado con detalle las consecuencias de una decisión “tan trascendente de imputar sobrecostes a la mayor industria de nuestra provincia”.
Con todo ello, la asociación plantea alternativas a la tasa, como la captación de fondos estatales o europeos, así como el impulso de programas específicos para la sostenibilidad y la gestión turística. “La solución no puede pasar por gravar directamente al visitante, sino por avanzar hacia una gestión inteligente de los flujos turísticos”, ha concluido Luque.