
Los sindicatos alertan de que los 661 trabajadores de los nueve hoteles de la marca Silken recién adquiridos por Hotusa podrían verse afectados por ajustes de empleo en los próximos meses. Aunque la operación incluye la subrogación de la plantilla con sus condiciones actuales, los representantes laborales recuerdan que esta protección solo se mantiene durante tres años y no impide la posibilidad de despidos (Hotusa adquiere por 250 millones nueve hoteles operados por Silken).
El responsable estatal de Hostelería de CCOO, Paco Galván, ha señalado que los antecedentes laborales de la compañía hacen prever posibles conflictos. “Las amenazas y las coacciones son permanentes porque no quieren actividad sindical en sus hoteles”, ha afirmado, asegurando que “les incomoda para llevar a cabo externalizaciones de personal, rebajas de salarios o descuelgues de convenio”.
Según apunta Cinco Días, el representante sindical se ha remitido al caso del hotel Eurostars Magnificient Mile de Chicago, donde los trabajadores se organizaron en 2018 para negociar un convenio colectivo. Tras el cambio de gestión en 2019, las conversaciones quedaron bloqueadas, lo que, según los sindicatos, permitió a la empresa ahorrar costes laborales.
Hasta el momento, desde Hotusa han respondido que, por ahora, “no tienen ninguna información acerca de la gestión de estas nuevas adquisiciones”.
En el plano económico, los nueve hoteles adquiridos a Pygmalion y CBRE IM presentan un peso desigual. El Al-Andalus Palace de Sevilla es el activo más relevante, con una facturación de 21,3 millones de euros en 2024, el 34,5% del total, y con 252 empleados, un 38,4% de la plantilla.
Junto al hotel sevillano, destacan el Puerta de Madrid, el Indautxu de Bilbao y el Amara de San Sebastián, que, junto con el Al-Andalus, concentran el 73% de la facturación, el empleo y la masa salarial.