
La entrada de Ouigo e Iryo en el mercado ferroviario español ha contribuido a que el tren registre 49 millones de viajeros en 2024, un 42% más que en 2019, antes de la liberalización, según el segundo informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) (Renfe se repliega en España por la ofensiva de Ouigo e Iryo).
En este sentido, la llegada de competencia para Renfe, que también irrumpió con Avlo, ha supuesto un beneficio global para los ciudadanos de 503,9 millones de euros. Igualmente, se ha traducido en un ahorro estimado de 431,3 millones de euros respecto a hace seis años.
Ello se debe a que ha provocado un descenso medio del 33% en los precios de los billetes, que alcanza el 44% al ajustar por inflación. Sin embargo, no ha terminado de beneficiar a las empresas, que, a pesar de haber mejorado resultados en el 2024, han pasado de tener 133 millones de beneficios en 2019 a registrar pérdidas de 99,5 millones en el último ejercicio (Renfe, Ouigo e Iryo: la guerra de precios les cuesta 600 millones).
Como publicó Preferente, la alta velocidad en España acumula pérdidas superiores a los 600 millones de euros desde que se abrió el mercado a la competencia. A pesar del fuerte aumento desde entonces, la guerra de precios entre Renfe, Iryo y Ouigo, la crisis energética y el lastre de la pandemia no han permitido que las compañías abandonen los números rojos.
Por otro lado, el informe destaca que, en los servicios internacionales, la cuota del tren frente al avión sigue siendo baja: 12% entre España y Francia, debido a la escasez de frecuencias y los elevados precios, y limitada en el enlace directo entre Vigo y Oporto, a pesar de la demanda existente. En el ámbito doméstico, el porcentaje frente al avión en viajes de larga distancia alcanza el 56,5%, 5,2 puntos porcentuales más que en 2019.
Finalmente, la CNMC apunta a la necesidad de mejorar la infraestructura y los servicios para sostener el crecimiento. “Aunque el tráfico ha crecido tras la liberalización, aún hay margen para aumentar el uso de la red. Las empresas ferroviarias pondrán en servicio nuevos trenes en el corto plazo, por lo que hay que solventar los cuellos de botella en la infraestructura y en las estaciones”, concluye.