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Un Airbus A321XLR de Wizz Air sufrió “tail strike” durante el aterrizaje en el aeropuerto de Praga.
El avión tomo tierra de manera muy brusca, lo que provocó un rebote que hizo que se desestabilizara y terminase golpeando contra el suelo.
Como se observa en el vídeo, el aparato quedó visiblemente dañado en la parte baja del fuselaje, con roces considerables.