
La Comisión Europea está estudiando nuevas restricciones a los visados turísticos de ciudadanos rusos como parte de su estrategia para reforzar la presión sobre Moscú por la guerra en Ucrania. Según fuentes comunitarias, la medida busca armonizar y endurecer los criterios de concesión en todos los Estados miembros, después de que en el último año se haya registrado un repunte en las autorizaciones, sobre todo en países como España, Francia e Italia (La UE suspende el acuerdo de visados con Rusia).
Tal y como apunta El País, la medida deberá ser debatida por los Veintisiete para buscar el consenso, ya que, los últimos paquetes de sanciones en esta línea no han sido del todo efectivos. Pese a las restricciones ya aplicadas desde 2022, los visados Schengen concedidos a ciudadanos rusos volvieron a aumentar en 2024: se emitieron 606.594, frente a los 520.387 de 2023, según datos de la Comisión.
En este sentido, España otorgó 111.187 permisos, Italia 152.254 y Francia 123.890. Por el contrario, los Estados bálticos y Finlandia mantienen un bloqueo casi total a los turistas rusos, mientras que otros países optan por una política más permisiva.
Todos estos movimientos están siendo seguidos de cerca por el Kremlin, que amenaza con nuevas represalias. La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, advirtió de que el ejecutivo ruso responderá en función de sus intereses: “Si hablamos de medidas que bloqueen a los diplomáticos rusos, hemos dicho repetidamente que responderemos. Para todo lo demás tendremos que considerar medidas específicas”.
La propuesta coincide con la preparación del decimonoveno paquete de sanciones contra Rusia y con las presiones de Estados Unidos, cuyo presidente, Donald Trump, ha reclamado a la UE que acelere el recorte de compras energéticas al Kremlin. Bruselas mantiene su compromiso de dejar de importar petróleo y gas rusos antes de 2028.
Además, el debate en Bruselas se produce tras incidentes en varios consulados europeos en Moscú. El pasado sábado, el Consulado General de España interrumpió temporalmente la recepción de solicitudes por “motivos técnicos”, lo que Moscú interpretó como una excusa política. Dos días después, el servicio volvió a operar con normalidad.