
Talgo ha responsabilizado al estado de la infraestructura de alta velocidad Madrid-Barcelona de las fisuras detectadas en los bogies de varios de sus trenes Avril, retirados temporalmente por Renfe. En una comunicación interna dirigida a su plantilla, recogida por El Economista, el fabricante afirma que existen “motivos suficientes” para reclamar la intervención urgente de Adif y evitar “nuevas afecciones a la rodadura de los trenes y posibles situaciones inseguras” (El Caso Talgo retrata a Renfe y al Ministerio).
Según la compañía, las fisuras solo afectan a ocho bogies de cuatro trenes, lo que representa menos del 15% de la flota de la Serie 106, formada por 27 unidades en servicio. Por ello, recalca que la incidencia es “puntual”, no compromete la seguridad y que el resto de trenes opera con normalidad.
No obstante, asegura haber detectado una “línea de causalidad” entre los problemas registrados y la nivelación de la vía en el tramo Madrid-Barcelona, que provocaría aceleraciones verticales capaces de generar fatiga en los bogies. A su juicio, este fenómeno no se ha observado en otras líneas de alta velocidad ni en trenes que circulan de manera ocasional por esta conexión.
En su análisis, la empresa sostiene que el estado de la línea corresponde a velocidades de entre 120 y 160 km/h, frente a los 300 km/h autorizados. Además, subraya que la normativa de Adif no incluye parámetros exigidos por estándares europeos, como la desviación de nivelación longitudinal de vía, lo que a su juicio explica la aparición de las fisuras.
Mientras tanto, desde el Ministerio de Transportes, el titular de la cartera, Óscar Puente, calificó la avería de “muy grave” y reiteró que Renfe priorizará la seguridad de los pasajeros. Por ello, se decidió retirar cinco trenes de la subserie Avril de forma indefinida.
Por su parte, el administrador de la infraestructura anunció que reforzará los trabajos de estabilización y bateo de la vía en los tramos más afectados, aunque advierte de que se prolongarán durante meses. Al mismo tiempo, el sindicato mayoritario de maquinistas, SEMAF, ha respaldado la tesis de Talgo al señalar que los defectos acumulados en la vía generan vibraciones que dañan los bogies.