

La noticia parece sacada de una distopía tecnológica: Perplexity, valorada en unos 18.000 millones de dólares, ha lanzado una oferta de 34.500 millones para comprar Google Chrome, el navegador que utilizan más de 3.500 millones de personas en todo el mundo. La operación es prácticamente imposible, pero plantea un escenario revelador: ¿qué pasaría si el navegador más popular dejara de ser “de Google” y pasara a estar controlado por una empresa de IA?
El “front door” de internet en disputa
Chrome no es solo un navegador. Es la puerta de entrada a internet, el espacio donde Google alimenta su negocio publicitario y mantiene su dominio en búsqueda. Si Perplexity lo controlara, integraría directamente su IA en la navegación, sustituyendo los clásicos enlaces azules por respuestas inmediatas y personalizadas.
En ese escenario, el SEO tradicional quedaría obsoleto. El reto ya no sería aparecer en Google, sino ser comprendido y priorizado por un modelo generativo que decide qué mostrar al usuario en cada contexto.
Viajes sin escalas digitales
El impacto en el turismo sería enorme. Imaginemos un caso práctico:
- Un viajero ve un vídeo en TikTok sobre un destino.
- Pregunta a Perplexity-Comet dónde está y cómo llegar.
- El navegador IA responde, recomienda hoteles e incluso lleva a cabo la reserva.
Todo ello sin pasar por Google, metabuscadores, comparadores ni siquiera por las OTAs. La IA se convierte en el nuevo intermediario, capaz de orquestar el viaje de principio a fin dentro del propio navegador.
¿Revolución real o jugada de marketing?
Los números no cuadran: Google no tiene intención de desprenderse de Chrome y Perplexity ha recaudado solo 1.500 millones en financiación, muy lejos de la cifra que ofrece. Más bien parece una jugada de relaciones públicas para ganar visibilidad en plena batalla antimonopolio de Google y mientras se intensifica la nueva “browser war” o guerra de navegadores:
- Google, con Chrome + Gemini.
- Microsoft, con Edge + Copilot.
- OpenAI… lo está planeando, pero aún no ha presentado ninguno. Actualmente, Operator funciona como agente en el menú desplegable del redactor de mensajes.
- Y ahora, Perplexity con Comet.
En esta guerra, controlar el navegador equivale a controlar la inspiración, la búsqueda y la reserva.
El mensaje para el sector hotelero
Más allá de si la compra se materializa (spoiler: no), el mensaje es claro:
el futuro del marketing digital no dependerá solo de Google, sino de la capa de IA que interpreta y decide qué ve el viajero.
Los hoteles, cadenas y destinos deberán:
- Optimizar sus webs no solo para buscadores, sino también para asistentes de IA.
- Adaptar contenidos con lenguaje natural y datos estructurados.
- Asegurar su visibilidad en flujos conversacionales donde las respuestas sustituyen a los enlaces.
En definitiva, todos los actores de la industria del viaje deben asegurarse de que sus sitios estén estructurados y optimizados para ser descubiertos en todas las plataformas, ya sean motores de búsqueda o navegadores impulsados por IA.
Conclusión: utopía… pero aviso real
En definitiva, la compra de Chrome por parte de Perplexity probablemente nunca suceda. Pero imaginarlo nos obliga a aceptar que el tablero está cambiando: el viaje digital ya no se inspira en páginas web, sino en conversaciones con una IA que decide qué mostrar y cómo.
La pregunta no es si Chrome cambiará de dueño, sino: ¿están preparados los hoteles para competir en un mundo donde la búsqueda, la inspiración y la reserva estarán completamente orquestadas por la inteligencia artificial?
Imágenes cedidas: Alex Dudar en Unsplash