
Algunos de los principales medios internacionales han intensificado sus críticas hacia el modelo turístico de Mallorca, señalando la masificación y sus efectos en la isla. “Hay 13,5 millones de turistas, cinco millones de ellos alemanes, en una isla con menos de un millón de habitantes. Los alquileres, la comida, la naturaleza… todo sufre”, publicó recientemente Der Spiegel, uno de los medios alemanes más importantes (La prensa inglesa ataca a España “sin ningún tipo de información contrastada”).
Según publica Última Hora, la saturación y el impacto ambiental y social han pasado a ocupar los principales titulares en Europa. El Frankfurter Allgemeine Zeitung y el Süddeutsche Zeitung también consideran que “Mallorca ya no ofrece la misma experiencia” y ponen el foco en la presión que generan los alquileres vacacionales sobre los residentes.
Por su parte, BILD Zeitung ha apuntado de que una parte de los turistas germanos está dejando de elegir Mallorca por la pérdida de calidad ambiental, mientras que cadenas de televisión como Tagesschau y ARD se preguntan si “se puede amar una isla hasta degradarla”.
Asimismo, en Reino Unido, The Guardian y la BBC describen a Mallorca como “un ejemplo de las contradicciones del turismo masivo”, mientras que, en Francia, Le Monde advierte de que la imagen de la isla como refugio natural está en riesgo. También medios de Suecia y Países Bajos documentaron la preocupación por la pérdida de biodiversidad y el aumento de precios.
El auge de las viviendas turísticas es uno de los grandes culpables en este debate. En España, este segmento ha registrado un crecimiento acelerado en los últimos años. Por ejemplo, entre 2016 y 2023, el número de viviendas turísticas en el país se duplicó, superando las 340.000 registradas oficialmente, según datos del INE y Airbnb.
En el caso particular de Mallorca, la presión ha sido especialmente intensa. Según datos del Consell de Mallorca, las plazas de alquiler turístico en la isla pasaron de 17.571 en 2012 a más de 104.000 en 2024, lo que representa un crecimiento de casi seis veces en doce años. En números exactos, entre 2012 y 2024 se añadieron 86.555 plazas en 13.634 viviendas turísticas, a lo que habría que sumar la oferta ilegal, que supone un porcentaje muy elevado.