En plena recta final de una temporada de verano marcada por las reservas de última hora y estancias más breves, la directora general de Hoteles Globales, Susana Carrillo, analiza el panorama del sector hotelero, que, de momento, acumula un nivel de venta positivo.
En una entrevista concedida a Preferente, pone el foco en uno de los grandes retos actuales: el absentismo laboral. Lo califica como un problema diario con serias consecuencias económicas y operativas. Además, expresa su preocupación ante las protestas contra el turismo en destinos clave como Baleares, y reivindica el valor de una actividad que sostiene a miles de familias en España.
Pregunta. ¿Cómo ha evolucionado la venta para el verano?
Respuesta. En términos generales, bastante bien. Pero no está siendo una temporada fácil. Los meses centrales de julio y agosto se han vendido bastante a última hora, y las estancias están siendo algo más cortas de lo habitual. Esperemos continuar el verano con normalidad y sin sobresaltos.
P. ¿Les está afectando la problemática del absentismo laboral? ¿Dónde está la solución?
R. Nos está afectando muchísimo, como a todas las empresas. No solo por lo que nos penaliza económicamente, sino por la imposibilidad de encontrar personal de reemplazo. Es a día de hoy uno de los principales problemas con que nos enfrentamos en nuestro día a día.
La solución es tener el mayor de los respetos por las bajas laborales justificadas y reales, y al tiempo un mayor control de las que no lo son. No todo vale.
P. ¿Le preocupa la nueva oleada de protestas antiturismo? ¿Ha puesto en jaque el verano?
R. Nos preocupa mucho. Un país que basa su economía en el turismo no puede permitirse actuaciones como las que estamos viendo en Baleares en las últimas temporadas.
Directa o indirectamente, somos muchos los que vivimos y pagamos nuestras facturas gracias al ingreso que nos proporcionan las personas que nos visitan.
Otro tema sería cómo se está gestionando, o si se podría hacer mejor. Pero hacia los turistas no deberíamos mostrar otra cosa que no fuera agradecimiento. No creo que ponga en jaque al verano, pero sí resulta altamente incómodo y desagradable para el turista.
