
La fuerte caída del dólar en el primer semestre de 2025 ha supuesto un alivio importante para la tesorería de las aerolíneas de fuera de Estados Unidos, especialmente las europeas. La moneda se ha depreciado un 7% frente a las principales divisas del mundo, lo que ha reducido los costes en dólares, y muchos de sus principales gastos están vinculados a esta divisa (Alarma en la aviación europea por el aumento de costes).
Uno de los beneficios más directos ha sido en el precio del combustible, el mayor gasto operativo del sector. Según datos de IATA, el jet fuel, que se cotiza en dólares, ha bajado un 6% en lo que va de año. Esto, sumado al efecto del tipo de cambio, ha permitido a las aerolíneas con monedas fortalecidas reducir en promedio un 12% su factura de combustible, lo que representa un ahorro del 3% en los costes totales.
Otros gastos también se han abaratado, como son el mantenimiento, pagos de aviones y deuda en dólares. Estos apartados han contribuido a una reducción del 4,5% en los costes operativos de las compañías no basadas en EEUU, según cálculos del lobby aéreo. A este respecto, cabe destacar que, en 2024, estos conceptos representaban cerca del 19% de los gastos totales del sector.
El impacto ha sido especialmente positivo para aerolíneas de países como Suecia, la zona euro, Brasil, México y Japón, cuyas monedas se han fortalecido significativamente frente al dólar. Por ejemplo, la corona sueca se ha apreciado un 17%, y el euro y el real brasileño, un 14%.
Por el contrario, aerolíneas de países como Turquía y Argentina se han visto perjudicadas, ya que sus monedas se han debilitado frente al dólar. Esto ha incrementado sus costes locales en dólares, reduciendo el efecto positivo que sí han experimentado otros operadores internacionales.