
El accidente mortal del avión Boeing 787 de Air India en el aeropuerto de Ahmedabad, el pasado 12 de junio, causó una crisis en la aviación del país, muy especialmente en Air India, que se vio obligada a frenar su operativa de forma radical para aplicar controles a sus aviones y por las complicaciones derivadas de una serie casi interminable de falsas alarmas así como de bajas de sus pilotos.
Ahora, cuando ya parece que lo peor ha pasado, la compañía anuncia que el 1 de octubre volverá volar con el mismo programa que tenía el 11 de junio, antes del accidente. Lo que desgraciadamente no cambiará es la situación de las familias, pero eso va por la vía judicial (India ordena chequear todos los Boeing 787).
En este periodo, Air India había suspendido del todo algunas rutas mientras que en otras se habían producido recortes. Ahora, se volverán a operar las 63 rutas, con 525 vuelos semanales. Londres-Delhi recuperará los 24 vuelos semanales, igual que Delhi-Tokio y Delhi-Seúl, que también recuperarán su intensidad habitual.
Otras rutas como Amritsar-Gatwick o Goa-Londres volverán a volar en octubre porque se habían suspendido totalmente. Es lo que ocurre también con la ruta a Nairobi desde Delhi, que también en esa fecha se retomará.
Aparte de problemas con la formación y con la asignación de turnos, no se ha detectado fallos técnicos en los aviones. Ahora se espera que haya un informe definitivo del accidente, pero todo apunta a lo que se publicó de un acto voluntario del primer oficial del avión.