
El presidente de las agencias de viajes de Baleares (Aviba), Pedro Fiol, advierte de que el absentismo laboral en el sector hotelero “puede traducirse en un déficit en la calidad del producto” y reclama medidas para vincular salarios a productividad. En una entrevista concedida a Preferente, se muestra optimista ante la temporada de verano, aunque señala que Ibiza y Menorca requieren mayor dinamismo en los precios para conseguir mejores resultados.
Por otro lado, analiza el efecto que las políticas migratorias de Trump están teniendo en las reservas, con una cautela creciente entre los viajeros, al tiempo que alerta sobre la creciente organización de protestas anti turismo en Baleares.
Pregunta. ¿Cómo han evolucionado las ventas este verano?
Respuesta. Las ventas evolucionan tanto en emisor como receptivo de manera muy positiva. Creemos que vamos a tener una muy buena temporada turística en general. Quizás Mallorca sea la plaza más fácil si lo comparamos con Ibiza y Menorca donde deben trabajarse más el dinamismo de los precios para conseguir los resultados esperados.
Para los emisores, verano es una buena temporada, pero quizás no la mejor. Hay que entender la dependencia del sector turístico y no son muchos los que pueden gozar de vacaciones en los meses de verano.
P. ¿Se ha notado alguna ralentización por el efecto Trump?
R. Nuestros clientes están siendo más cautelosos por las noticias que transcienden de los incidentes y retenciones de viajeros por parte de las autoridades migratorias. Y sí, notamos un ligero descenso en las reservas a largo plazo. Lo que sí también hemos notado, debido a esta “tregua temporal” por parte de Trump, es que, coincidiendo con el vuelo directo a NYC desde Palma, que ha habido un empujón de última hora para las salidas más inmediatas.
P. Canarias sigue siendo testigo de protestas anti turismo. ¿Hay algún viso similar en Baleares o todo sigue tranquilo?
R. Pues la diferencia de lo que vivimos el año pasado a este, es que estos grupos están más organizados, incluso colaborando con plataformas europeas. Pero lo que a mi más me preocupaba y que este año han sabido direccionar un poco más, son los lemas de las manifestaciones, que, aunque siguen apuntando al turismo en general, al menos sus mensajes disgregan problemas reales como la falta de vivienda, ocasionados en parte, por la proliferación del alquiler vacacional ilegal, principalmente. El pensar que el turismo es el causante de todos los males, solo genera debates estériles.
P. ¿Las agencias baleares están sufriendo la problemática del absentismo laboral?
R. Directamente no. Pero indirectamente este exceso de absentismo es un reto para el sector hotelero, por tensionar constantemente el ambiente laboral por la falta de personal para poder reemplazar todas estas bajas. Este déficit de mano de obra conjuntamente con estos porcentajes de absentismo laboral, pueden traducirse, en ocasiones, en un déficit en la calidad del producto. Aunque estamos convencidos de que actualmente la calidad que se oferta en nuestras islas es excelente, estos porcentajes son alarmantes y se debe buscar una solución, no tan solo por un tema de eficiencia de personal, sino para no perjudicar a la plantilla restante.
P. ¿Qué soluciones propone para frenarlo o mitigar su impacto?
R. Quizás en este momento de negociación del convenio de hostelería, vincular la subida salarial a la productividad de los trabajadores podría ser una solución, aunque lo fácil para todos es encasillar al trabajador en una categoría. De esta manera no se combate con el déficit de productividad que es el gran reto de nuestra economía balear. El hecho de complementar el salario a pesar de ausentarse por una posible incontingencia común, ha supuesto un logro para los trabajadores, pero ha incitado a que los menos honestos, puedan ausentarse del trabajo y seguir percibiendo el total de su salario.
P. ¿Qué le parecen los nuevos pliegos del Imserso? A priori se ha mejorado la remuneración de las agencias.
R. Creo que el cambio y en consecuencia la mejora del Imserso, pasa por algo más profundo que la simple retribución hacia las agencias, que, por cierto, es ridícula. Creo que es una cuestión de garantizar la calidad de los servicios sea quien sea el que gestione los viajes. Nuestros mayores no son un número más, son personas que merecidamente se han ganado el poder disfrutar de su tiempo libre, y si es viajando, mejor. Entiendo uno de los pilares del Imserso, que es el tener que proteger a la planta hotelera en temporada baja, pero creo que no podemos seguir ofertando lo mismo que hace 40 años. Las personas mayores cada vez son menos mayores y con ello también cambian sus inquietudes. Debemos transformar este programa en otro tipo de experiencias, más actualizadas a los tiempos actuales, donde prime la calidad de los servicios además de realizar un seguimiento exhaustivo sobre el cumplimiento del pliego hacia el adjudicatario.
P. Usted se ha pronunciado en contra de la subida de los precios de los vuelos interislas. ¿Cómo afecta esto tanto a las agencias como a los residentes?
R. Principalmente a una pérdida de competitividad de nuestro sector empresarial mayorista, que se desplaza por trabajo. Del mismo modo, sanitarios y principalmente maestros al ser el conjunto de las islas un “distrito único” y no tienen otro remedio que utilizar este medio de transporte para ir a sus puestos de trabajo. Es cierto que la subida era necesaria para cubrir los costes operacionales de las compañías operadoras y que la ruta debe ser lo suficientemente atractiva para que no quede desierta, pero, por otro lado, existe cierto malestar generalizado por los usuarios, puesto verán incrementado el precio medio de sus viajes en un 26%, llegando al 30% en caso en alguna tarifa flexible. La solución, como siempre, no es sencilla, pero un posible incremento de la bonificación en estas rutas sería la solución.