
El director general de grupo Nego, Santos García, critica duramente la proliferación de programas de viajes alternativos para mayores promovidos por administraciones públicas, señalando que “en todos los casos, pierde el punto de venta distribuidor” (Los mayores se vuelcan con el ‘Imserso’ de Madrid).
En declaraciones a Preferente, subraya que este tipo de fórmulas “devalúan el producto y reducen de forma alarmante los márgenes de beneficio para las agencias”, ya que son “acuerdos estériles que perjudican al canal profesional”. Así, defiende que las mismas ofertas podrían comercializarse “de manera natural y con mucha mayor rentabilidad” (La multiplicación de alternativas al Imserso divide a las agencias).
Una visión distinta ofrece el director general de Airmet, Rubén Fernández, quien considera que estos programas pueden tener un efecto positivo para las agencias, a pesar de los márgenes ajustados. “Ordenan la demanda y generan volumen de ventas, lo que puede compensar los bajos márgenes”, señala.
En su opinión, el aumento del tráfico en las agencias como consecuencia de este tipo de viajes “genera nuevas oportunidades comerciales y refuerza la confianza en el agente de viajes independiente”. No obstante, reconoce que podrían comercializarse a un precio superior para mejorar la rentabilidad.
En esta misma línea, Carlos López Bahillo, director general de Avasa, apunta que, en un mercado libre, “los turoperadores especializados en tercera edad tienen plena libertad para definir su estrategia comercial”. Sin embargo, también ha dejado claro que “la rentabilidad es irrenunciable” para su grupo, por lo que no apoyan la comercialización de productos “que no aporten valor económico” a las agencias asociadas.