
Abierto al océano y al ritmo pausado del este de Madeira, Dreams Madeira Resort, Spa & Marina es un refugio para quienes buscan desconectar, vivir intensa o simplemente dejarse llevar. A un paso del Parque Natural de Ponta de São Lourenço, con sus senderos que serpentean entre acantilados volcánicos y vistas infinitas al mar, este resort combina descanso, ocio y la cálida hospitalidad madeirense.
Totalmente renovado en 2024, el complejo, parte de la Inclusive Collection de Hyatt, respeta la arquitectura tradicional de la isla y se inspira en su cultura y paisajes para dar forma a unos interiores luminosos y acogedores. Desde su privilegiada ubicación en Caniçal, un antiguo pueblo de pescadores con marina propia y una encantadora capilla consagrada, Dreams Madeira se adapta con naturalidad a todo tipo de viajeros: familias que buscan un destino seguro, variado y activo; o parejas que priorizan el descanso, el romance y la buena mesa.
La propuesta gastronómica se despliega en seis restaurantes, que van desde sabores locales hasta cocina internacional como el teppanyaki con vistas. Cuatro piscinas completan la experiencia: desde un splash park para los más pequeños hasta una zona solo adultos con servicio de bar, pensada para el relax absoluto.
Uno de los grandes protagonistas es el spa de más de 900 m², un templo del bienestar con zonas de relax bañadas por luz natural y abiertas al Atlántico. Incluye circuito de aguas, hammam, sauna, cabinas para tratamientos y un gimnasio de última generación. Además, incorpora horarios familiares, para que padres e hijos también puedan compartir momentos de calma.
El hotel ofrece también acceso directo al mar, con una pequeña piscina natural entre rocas; clubes infantiles y juveniles con supervisión por edades; un amplio programa de actividades diarias; y la posibilidad de embarcarse desde su marina en travesías hacia Cais do Sardinha, salidas de avistamiento de cetáceos o excursiones a los islotes protegidos de la reserva natural de São Lourenço.
Más que impresionar con grandes gestos, Dreams Madeira conquista con los detalles bien resueltos: una atención cercana, espacios pensados para todos, y un equilibrio constante entre lo local y lo internacional. Un hotel que entiende el viaje como un paréntesis vital, en el que cada generación puede encontrar su propio ritmo.