La inteligencia artificial (IA) y las redes sociales llevan tiempo ocupando un lugar central en las conversaciones sobre el futuro del turismo. Cada una, por separado, ha transformado la manera en que los viajeros buscan inspiración, comparan opciones y toman decisiones. Sin embargo, hasta ahora, no estaba claro cómo estas dos herramientas podrían converger para ofrecer una experiencia de descubrimiento más integrada y eficaz.
Durante un panel organizado por PhocusWire en el marco de Phocuswright Europe 2025, se discutió cómo la IA y las plataformas sociales podrían trabajar de forma conjunta en la fase de inspiración del viaje, una etapa clave y, a menudo, decisiva en el comportamiento del consumidor.
Dos caminos de descubrimiento, un objetivo compartido
Adrian Villabruna, cofundador de Videreo, explicó que actualmente existen dos vías principales para descubrir destinos: una impulsada por contenido de creadores locales en redes sociales, y otra guiada por herramientas de IA como ChatGPT. Mientras la primera se basa en la autenticidad y cercanía del contenido generado por usuarios, la segunda ofrece recomendaciones personalizadas a partir de datos y patrones de comportamiento.
“Alguien busca ‘Barcelona’ y encuentra creadores locales que conocen el lugar. Eso es lo social. Por otro lado, está la IA que da sugerencias basadas en datos”, ilustró Villabruna.
Judith Eyck, directora de operaciones del grupo HolidayPirates, coincidió en que estas dos corrientes han estado trabajando por separado, pero planteó una visión integradora: unir el análisis algorítmico con las señales emocionales y visuales que predominan en las redes sociales.
IA y redes sociales: aliados en la fase de inspiración
Eyck señaló que uno de los próximos pasos será hacer que los asistentes virtuales no solo respondan preguntas, sino que comprendan el contexto emocional y digital del usuario. Como ejemplo, propuso una situación en la que la IA analice el comportamiento en redes sociales y, a partir de ello, sugiera destinos acordes.
“Imagino a un agente que me diga: ‘Has trabajado 60 horas esta semana y guardaste muchas imágenes de montañas en Instagram. Aquí tienes rutas de senderismo en Albania’. Esa es la combinación ideal entre IA y creadores”, comentó.
Desde su punto de vista, las redes sociales aportan inspiración, mientras que la inteligencia artificial ofrece contexto y decisión. “Trabajar con creadores y contenido generado por usuarios es el camino. Pero la IA ayuda a simplificar la elección”, añadió.
Esta visión apunta hacia un ecosistema donde los datos que los usuarios generan de forma orgánica en plataformas como Instagram o TikTok puedan integrarse con sistemas de recomendación avanzados, dando lugar a una experiencia más fluida y personalizada en la planificación del viaje.
Primeros pasos y desafíos
Algunas marcas ya están explorando esta integración. Expedia, por ejemplo, lanzó recientemente la función Trip Matching, capaz de generar itinerarios reservables a partir de contenido de Instagram. TourRadar, por su parte, presentó Moments, una herramienta que permite reservar a partir de fotos y vídeos, mientras recompensa a los creadores que generan el contenido.
No obstante, el camino no está exento de obstáculos. Villabruna advirtió que uno de los principales desafíos es que muchos de estos sistemas no están reconociendo ni compensando el papel clave de los creadores. “Si los creadores quedan fuera de la ecuación, no funcionará”, remarcó.
El riesgo, según se planteó en el panel, es que las plataformas desarrollen modelos automatizados que se beneficien del contenido generado por los usuarios sin ofrecer beneficios a quienes lo producen. Esta brecha podría poner en jaque la sostenibilidad del modelo, especialmente en un contexto donde la confianza y la autenticidad son valores en alza para los viajeros.
Datos, visibilidad y nuevos formatos de reserva
Otro de los temas abordados fue el valor de la visibilidad de marca en un entorno saturado de contenidos. Tanto Eyck como Villabruna coincidieron en que los destinos deben trabajar para mejorar su descubribilidad digital, aprovechando no solo el contenido audiovisual, sino también el uso de datos propios (first-party data) y herramientas de segmentación inteligente.
Además, se discutieron los formatos emergentes de reserva, especialmente aquellos basados en vídeo. La posibilidad de reservar directamente desde un reel o una historia representa una oportunidad de negocio, pero también plantea preguntas sobre la atribución, la experiencia del usuario y la privacidad.
Hacia una nueva forma de inspirar
El cruce entre IA y redes sociales plantea un nuevo paradigma en el que la inspiración ya no es un momento aislado, sino un flujo constante de señales, datos y emociones. Las plataformas que consigan unir estos elementos de forma armónica tendrán una ventaja competitiva clara frente a aquellas que sigan trabajando en silos.
Como sintetizó Eyck: “Quiero que ChatGPT aprenda de lo que guardo en mis redes y me haga mejores recomendaciones. Esa integración entre creación, redes sociales e IA aún no la vemos, pero es hacia donde debemos avanzar”.
Información original en PhocusWire.
