Todos los medios dan como un hecho que Global Airlines dejará de operar tras cuatro vuelos con su único avión y con menos de la quinta parte de los pasajeros que cabían en el Airbus A380 que posee. Sin embargo, James Asquith lo niega insistentemente (Global: el fracaso del viaje promocional del A380).
“Basura, todo es basura”, dice el joven empresario promotor de Global Airlines cuando los medios le preguntan si tras el fracaso de sus vuelos iniciales va a seguir adelante o cerrará como se sugiere en muchos medios. “Es claro por lo que vemos y leemos que algunos han decidido especular y convertir esa ficción en realidad. Es una vergüenza que pase esto porque engañan a la gente que se excita con lo que es basura”.
Los medios especializados insisten en que Global como mínimo va a cambiar su plan de negocio, pero Asquith afirma que “no estamos planeando cambiar nuestra estrategia ni nos vamos a convertir en un operador ACMI. Nos vamos a convertir en una aerolínea regular en el futuro, pero aún quedan obstáculos por salvar” (Viraje de Global tras tropezar con sus vuelos regulares en A380).
Nadie en el mundo de la aviación cree que Global pueda un día convertirse en una aerolínea real y mucho menos tras los cuatro vuelos iniciales, que fueron un fracaso desde el punto de vista comercial y, sobre todo, demostraron incapacidad para ofrecer un producto que sea competitivo.
“Hemos tenido éxito en todos los frentes y tuvimos más pasajeros que nunca habríamos conseguido para testar los elementos que queríamos probar. Todo perfecto para nosotros” dice Global. Los expertos desmienten y dicen que no había nada que demostrar porque HiFly, que ofrecía los servicios, es incapaz de dar un servicio cinco estrellas en un avión como este.
