Renfe no tendrá competencia en los corredores Madrid-Galicia, Madrid-Asturias/Cantabria y Madrid-Cádiz/Huelva al menos hasta 2031 o 2032. Aunque Adif lanzó en octubre de 2023 la segunda fase de la liberalización del transporte de viajeros, fuentes del sector aseguran a La Razón que la llegada de nuevos operadores se verá retrasada por limitaciones técnicas y de material rodante (La batalla entre Renfe, Iryo y Ouigo por reinar en España).
Adif tiene previsto publicar antes de que finalice el primer trimestre de este año el calendario y las reglas del proceso. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) supervisará el procedimiento, que concluirá a finales de 2026 con la firma de acuerdos marco con las empresas interesadas. Sin embargo, esto no significa que los nuevos operadores puedan empezar a prestar servicio en 2027, ya que dependen de trenes con ejes de rodadura desplazables, una tecnología que solo posee Renfe y que actualmente fabrica Talgo.
Y es que el fabricante español tiene su capacidad de producción comprometida con una cartera de pedidos que supera los 4.000 millones de euros. Además, su nuevo accionista mayoritario, un consorcio liderado por Sidenor, aún no ha definido planes para ampliar la capacidad industrial de la empresa, ya que, hasta que no se cierre la compra del 29,77% del capital de Talgo en manos de Trilantic, no se abordará el proyecto industrial.
Las mismas fuentes apuntan que la falta de material rodante provocará un retraso de al menos cuatro años desde la firma de los acuerdos marco hasta que los nuevos operadores dispongan de trenes aptos para estas rutas. A este plazo se sumaría el tiempo necesario para pruebas de seguridad y la formación de maquinistas, lo que haría inviable el inicio de operaciones antes de 2031 o 2032.
Otra dificultad para la entrada de competencia es la viabilidad económica de estos corredores. “Son itinerarios con gran proyección de viajeros y elevadas velocidades comerciales”, afirma Adif, pero el corredor Madrid-Barcelona, el más rentable, ya ha sido liberalizado. Entonces, las empresas interesadas deberán analizar si estas rutas resultan rentables antes de realizar inversiones.
Hasta ahora, la liberalización ferroviaria ha beneficiado principalmente a los usuarios. Según datos de la CNMC, la competencia generó un impacto positivo de 578 millones de euros en 2023, con un aumento de 10 millones de viajeros respecto al año previo. Adif Alta Velocidad también obtuvo beneficios, con un incremento del 52% en la recaudación por cánones en corredores liberalizados.
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