El Aeropuerto de Palma de Mallorca iniciará el año 2025 con una notable disminución en vuelos y asientos programados. Según datos de la Asociación Española para la Coordinación y Facilitación de Franjas Horarias (AEFCA), el número de vuelos caerá un 7,5% respecto al primer mes de 2024, pasando de 8.371 a 7.745. En cuanto a los asientos, se espera un ligero descenso del 0,4%, de 1.214.086 a 1.208.740 (El aeropuerto de Palma dispara su tráfico y batirá todos sus récords).
Tal y como apunta Última Hora, estas cifras contrastan con las estimaciones de hace tres meses, que proyectaban una menor caída en vuelos (6,5%), y un aumento en la oferta de plazas del 3,2%. El ajuste refleja 83 vuelos y 44.169 asientos menos de lo inicialmente previsto, impactando indicadores clave como el número de destinos, que bajará de 79 a 66, y el índice de ocupación.
Las aerolíneas atribuyen estos recortes al encarecimiento del transporte aéreo, impulsado por el aumento en los precios del combustible, la volatilidad en los mercados energéticos y los costos operativos, incluidos mantenimiento, personal y tasas por emisiones de carbono. Este entorno obliga a las compañías a ajustar su capacidad, subiendo precios y reduciendo frecuencias para mantenerse rentables.
Así, el tráfico nacional dominará el aeropuerto balear en enero, representando el 67,1% del total, aunque con una caída del 4% en comparación con 2024. Los vuelos comunitarios e internacionales también disminuirán significativamente, en un 14% y 34,5%, respectivamente.
Pese a esta incertidumbre, las aerolíneas mantienen una perspectiva optimista para la temporada invernal. Las reservas internacionales hacia Mallorca han aumentado un 10% interanual, y se espera un récord de llegadas entre noviembre y marzo, con un incremento del 8,4% en pasajeros respecto al invierno anterior.
