Breeze es una pequeña aerolínea americana propiedad de un empresario de la aviación, David Neeleman, con una gran experiencia y trayectoria. Opera hoy vuelos de corto radio en Estados Unidos, con una flota de 35 aviones Airbus A220, que es un aparato bastante más pequeño que el A320 y, por supuesto, que el A321 y que su variante el A321XLR. Aparte de esta flota, está recibiendo otros 55 adicionales que ha comprado, hasta alcanzar los 90. El avión sólo transporta 137 pasajeros (Airbus entrega el segundo A321XLR).
Pues con ese avión, el empresario quiere lanzar el año que viene vuelos a Dublín e, incluso, a Gran Bretaña. Por supuesto, desde Boston o Nueva York, porque la capacidad de avión no da para más, y eso con un control de distancias para disponer de aeropuertos alternativos.
La aerolínea, que nació con bombo y platillo por la carrera de su fundador, no termina de encontrar un perfil. Estos vuelos internacionales, de los que informa Simple Flying, están ahora a la espera de la aprobación del regulador, pero no encajan mucho con la idea inicial del proyecto, que eran vuelos de corto radio con gran calidad, a precios competitivos y con aviones modernos. Como Neeleman tiene prestigio, ha conseguido el objetivo, pero el negocio aún no termina de consolidarse.
La aerolínea, por supuesto, opera en toda la costa este de Estados Unidos, fundamentalmente Florida y Georgia, tiene planes de irrumpir en Sudamérica y también quiere alcanzar Hawái.