Pierde dinero a espuertas cada vez que recurre a terceras compañías para salvar la operativa de largo radio
Los problemas de flota de Air Europa se agravan y amenazan con prolongarse más tiempo del esperado. Según ha podido saber Preferente, la aerolínea de Globalia ha llegado a tener en los últimos días hasta cuatro Boeing 787 Dreamliner parados por problemas con los motores, lo que supone casi una quinta parte de su flota de largo radio (Nerviosismo en Air Europa por las reiteradas averías de sus Boeing 787).
Aunque en un intento por tranquilizar a sus empleados la dirección se comprometió a intentar solventar este asunto durante este mes de noviembre, fuentes expertas consultadas por este periódico advierten que la situación no tiene visos de solución a corto o medio plazo.
El problema radica en que Air Europa está a expensas de Rolls-Royce, que está incumpliendo sus programas de producción y mantenimiento de motores de avión por problemas persistentes con la cadena de suministro debido a las limitaciones en el abastecimiento de materiales cruciales como el titanio y componentes electrónicos. Paralelamente, los talleres “tienen un cuello de botella enorme” para realizar los trabajos con los motores.
Si bien es cierto que las próximas semanas, al tratarse de una temporada valle, pueden suponer un respiro para la compañía, todo parece indicar que una vez que entre en fechas clave del invierno, como en la recta final de 2024 y principios de 2025, Air Europa tendrá que volver a recurrir a terceras aerolíneas para salvar la operativa.
El hecho de que su flota de largo radio, compuesta por 25 Boeing 787, no pueda operar a pleno rendimiento, está suponiendo un impacto económico mayúsculo debido a que, además de tener que seguir pagando el alquiler de estas aeronaves, cuyo coste se aproxima al millón de dólares mensual por cada una, tiene que afrontar un cuantioso desembolso extra para contratar los servicios de terceras compañías, como Iberojet, Wamos Air, Plus Ultra y Privilege.
Es decir, la aerolínea de los Hidalgo pierde importantísimas sumas de dinero cada vez que se ve obligada a recurrir a otras aerolíneas para salvar la operativa, como ha venido haciendo en destinos como Nueva York, Punta Cana y La Habana, entre otros.