El aeropuerto de Teruel, junto con el de Tarbes en Francia, se ha convertido en uno de los cementerios de aviones más grandes de Europa. Las aerolíneas dejaron sus aeronaves ahí, un lugar especialmente seco, mientras el mercado se recuperaba. Nadie daba un ‘duro’ por el futuro de los Airbus 380, porque con la pandemia se creía que ya no volvería a haber demanda para este tamaño de avión.
Pero ahora ocurre lo contrario. Así que esta semana dos aviones A380 emprendieron el vuelo en Teruel para incorporarse a la operativa normal, lo cual aún exigirá de intensos controles y chequeos.
El primero en partir, perteneciente a Etihad y con matrícula A6APE, apenas tiene nueve años de vida, una parte de los cuales no voló.
El segundo avión es de Lufthansa, que prácticamente se había despedido de ellos para siempre. Tiene 14 años. Voló lógicamente a la base de la compañía en Frankfurt. En este caso se sabe que ya se marchó de Alemania a Manila, donde se llevará a cabo la revisión y modernización necesaria para que pueda volar nuevamente.