Málaga-Costa del Sol, el cuarto aeropuerto de España con más de 22 millones de pasajeros en 2023, sufre por la falta de inversión y de personal. Nacho Puig, directivo con una amplia trayectoria en el sector turístico (estuvo ligado más de 11 años a Traveltool), denuncia a través de su cuenta de LinkedIn las penurias que padecen los pasajeros que acuden a sus instalaciones.
En primer lugar, denuncia que hay un único control de pasaportes, lo que provoca que se formen largas colas “en una rampa estrecha de hierro de bajada”. Para más inri, asegura que tuvo que estar “una hora esperando a las maletas en la cinta”. Y por si esto no fuera suficiente, revela que a su salida se encontró “una jauría de personas con cartelitos de clientes que tienen transporte privado que hacen imposible andar con normalidad”.
Puig también lanza un dardo a Renfe. Y es que revela que “te encuentras una interminable cola de turistas para pagar el billete en la máquina, que no saben (porque nadie se lo ha dicho) que pueden comprar directamente el ticket pasando en el propio torno una tarjeta de débito/crédito o contactless”.
A su juicio, “es necesario un proceso de reflexión profunda sobre el modelo de destino turístico que estamos diseñando, así como el que queremos para el futuro, y actuar en consecuencia”. “Que la primera infraestructura esencial de la ciudad esté al borde de su capacidad y eficiencia es completamente insostenible, y presagia una creciente insatisfacción y turismo de mala calidad”, sentencia.