Si algo sabe un turista es que no ha de meterse en la política local del lugar que visita. Eso en las grandes empresas turísticas es un axioma sagrado y que se aprende muy pronto. Pero Tui, el gigante alemán, ha metido la pata de mala manera nada menos que con el gobierno de Turquía. Pero no en Turquía.
La isla de Chipre está dividida en dos: el norte es pro turco y el sur es de lengua griega e independiente. De hecho, es un miembro de la Unión Europea. Los turistas siempre viajan al sur, aunque hasta ahora hacían excursiones al norte, que debido al conflicto militar no deja de ser otro atractivo. Pero Tui cometió un error. Siguiendo instrucciones del gobierno de Chipre, ha decidido cancelar todas las excursiones al norte. La decisión se comunicó a la plantilla del mayorista mediante un mail que entre otras cosas decía que “Tui ha llegado a un acuerdo con el gobierno de Chipre para dejar de promocionar y vender excursiones a la zona norte ocupada de Chipre”.
La zona norte es pro turca y Ankara vigila con cuidado sus intereses allí. De manera que Tui está jugando con el país vecino, Turquía, donde tiene intereses turísticos mucho mayores.
Tui, encima, en el mail emplea términos que a los turcos no les sientan bien como “territorios ocupados”. Los turcos no reciben turismo porque ninguno de los dos aeropuertos de la isla están en su territorio y porque el norte no ha sido tan popular, pero esos turistas desviados desde el sur son vitales para su economía.
Los dirigentes políticos del norte de Chipre han puesto el grito en el cielo (y en Ankara, de paso), pero Tui no ha dicho ni una palabra.
El conflicto chipriota está detrás de las pésimas relaciones históricas entre Grecia y Turquía que se visualizan en prácticamente todos los campos del comercio y de las relaciones internacionales.