Destinia confirma con datos la creciente debilidad que viene mostrando el consumo turístico. La agencia online revela que “el ritmo de las reservas de último minuto está experimentando una desaceleración notable en comparación con años anteriores”, lo que “amenaza las buenas cifras de verano” (Inquietud en las grandes redes al frenarse en seco la demanda).
Según detalla, la anticipación media de las reservas de cara al puente de agosto ha alcanzado los 55 días, lo que representa un aumento del 85% respecto 2023, cuando la media era de 29 días. “Este cambio refleja una tendencia creciente entre los viajeros nacionales a planificar sus escapadas con mayor antelación, posiblemente como respuesta a la constante subida de precios que se ha registrado en el sector turístico en los últimos años”, sostiene.
Esto ha impactado de manera significativa en las contrataciones de último minuto. Mientras que en 2023 el 32% de las reservas para el puente de agosto se realizaron en los días previos, este año, el porcentaje ha disminuido al 16%.
Si se amplía el análisis a las dos últimas semanas antes del puente, el descenso también es notable: en 2023, el 50% se efectuaron durante este periodo, pero en 2024, solo el 39% de los viajeros han optado por esperar hasta último momento.
Una de las principales razones que están detrás de esta tendencia es el incremento del coste de los viajes, con un alza del 6%. El precio medio se sitúa en 78 euros por persona y noche, frente a los 73 euros de 2023. “Esta subida ha llevado a los viajeros a ser más cautelosos y a planificar con mayor antelación para intentar mitigar los efectos económicos”, explican desde Destinia.
