El verano pasado y durante los ocho años anteriores, cero. En cambio, este 2024 ya van cuatro manifestaciones contra el turismo en Mallorca, lo que indica cómo se ha incrementado la sensibilidad con la saturación turística desde que gobierna el Partido Popular. Porque para el próximo 11 de agosto los movimientos sociales que protagonizaron protestas anteriores, vuelven a convocar a sus simpatizantes para que salgan a la calle (Los antiturismo llevan las protestas a una de las grandes calas de Mallorca).
Los cambios sobre las últimas protestas son pocos. El lema será “Canviem el rumb, posem límits al turisme”, que no es necesario traducir.
El mensaje es que hay que tomar las calles, organizarse y protestar pidiendo un cambio real para limitar los impactos del turismo y reclamar un cambio de modelo económico. “Queremos un cambio de rumbo para que se garanticen los derechos de todos y que se respete y proteja la naturaleza”.
La lista de exigencias, obviamente, se repite: acceso a viviendas dignas, el fin de la especulación inmobiliaria, luchar contra la gentrificación y la expulsión de la gente de sus vecindarios, la mejora de los servicios públicos, la regeneración de las áreas naturales, el respeto por el idioma propio y, ya que estamos, trabajos dignos y bien pagados.