Unos cuatro mil vuelos en todo el mundo fueron cancelados ayer por culpa de la avería informática en los servidores de Windows (Microsoft), mientras que una cifra bastante mayor de vuelos sufrió retrasos (Puente considera que “no ha habido grandes problemas en los aeropuertos”).
La mayor avería a escala mundial jamás registrada afectó a incontables actividades económicas, pero el transporte aéreo, Internet y los medios de comunicación fueron los que tuvieron un efecto más directo. Ningún centro de control aéreo se vio afectado, lo que hubiera agravado mucho más aún el impacto de esta caída informática.
Sólo en Estados Unidos se cancelaron 1.600 vuelos, resultando ser uno de los países más afectados. En Europa, la mayor aerolínea, Ryanair, suspendió “una ínfima cantidad de vuelos”, aunque tuvo retrasos importantes.
La aerolínea con más cancelaciones ayer fue Delta, en Estados Unidos, con 760 vuelos que no operaron. Las demás compañías aéreas tuvieron menos de la mitad de cancelaciones, en el peor caso.
Ningún continente se libró del impacto de la caída de los sistemas, aunque en Extremo Oriente el impacto fue menor dado que tuvo lugar ya tarde en la noche cuando la mayor parte de los aviones de vuelos de corto radio estaban listos para concluir sus jornadas.
El impacto más directo fue el del check in, imposible sin acceso a los ordenadores. Pero no todo opera sobre Windows, por lo que fue posible acceder a los sistemas que no dependía de este proveedor y, con retrasos, trabajar. Eso, no obstante, complicó seriamente la circulación de pasajeros en los aeropuertos en un día que en varios países europeos tenía que ser récord de viajeros.
