Un Boeing 787-8 de Tui, que está operativo desde hace apenas doce años, será retirado del servicio de inmediato y desmantelado, de la misma manera que a usted o a mí nos puede resultar rentable retirar un coche con pocos kilómetros de uso por uno nuevo, siempre que el precio de reventa lo aconseje (Tui supera previsiones y da un 12% más de beneficios).
El avión tenía que pasar ahora una de sus revisiones periódicas en profundidad, lo que implicaría seis semanas fuera de servicio. Sin embargo, la compañía ha encontrado más conveniente retirarlo completamente y no llevar a cabo la costosa revisión. Hay que contar que estos aviones son de fibra de carbono, mucho más baratos de mantener, por lo que debería ser más competitivo en este sentido.
Sin embargo, aquí nadie toma decisiones por razones sentimentales sino exclusivamente financieras: para Tui es más barato retirar el avión y vender sus partes, sobre todo los motores que hoy van a precios muy elevados, que repararlo para que siga volando. De esta manera, Tui recupera el dinero suficiente para comprar otro avión 787-9, un poco más moderno, que mejorará su rendimiento con el combustible. El avión que se retira es el matriculado G-TUID, hasta que llegue otro de Boeing, del mismo modelo.
El avión que se retira ha volado sobre todo entre Londres y el Caribe u Oriente Medio, en las rutas habituales para los turistas ingleses de medio radio.
El avión que se retira fue entregado a Thomson Airways en agosto de 2013. Ahora se encuentra en Kemble, oeste de Inglaterra, donde será desmantelado.
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