
Una intensa nevada en el noreste de Estados Unidos provocó este viernes la cancelación de más de cuatrocientos vuelos que debían de partir de los tres principales aeropuertos neoyorkinos a todo el mundo. Los retrasos fueron más considerables.
Los aeropuertos de La Guardia, John F. Kennedy y Newark amanecieron con una intensa nevada que obligó a ralentizar las operaciones aéreas generando como consecuencia un colapso que derivó en retrasos y cancelaciones.
Se espera que este sábado se mantenga la crisis incluso aunque no volviera a nevar, debido a la necesidad de reposicionar los aviones y las tripulaciones.
El servicio meteorológico americano dijo que la ciudad de Nueva York iba a tener ayer hasta 25 centímetros de nieve. Ya en la madrugada del viernes hubo cancelaciones que se intensificaron a lo largo del día.
Aunque esta región de Estados Unidos está acostumbrada a las nevadas, tal como si se tratara de un aeropuerto español, los retrasos y cancelaciones se multiplicaron bajo toda clase de excusas. Las autoridades mencionaron los planes y protocolos previstos en estos casos pero que no pudieron evitar la crisis de ayer.
Las máquinas de obras públicas estuvieron este viernes y hoy sábado repartiendo sal por las inmediaciones de los aeropuertos antes de que la tormenta llegue a su punto más difícil. Sin embargo, pese a toda la información y los anuncios, las cancelaciones superaron sólo el viernes los 400 vuelos.
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