
La Comisión Europea llegó a sus bien merecidas vacaciones de Navidad habiendo aprobado una ayuda de 168 millones de euros para una aerolínea francesa, Corsair (Air France y Corsair dejan de volar a República Dominicana).
Más allá de su oportunidad o no, es muy interesante leer los textos justificando la aprobación: tras una investigación profunda, dicen, se ha acordado conceder la aprobación a tal aportación de dinero público.
¿Pero hay alguien que tenga que hacer una investigación profunda o superficial, para conceder una ayuda? Las inyecciones públicas se conceden porque sí, porque sin ellas la empresa en cuestión moriría o porque las presiones políticas por parte del país miembro son insoportables.
Como la Comisión Europea ya tiene costumbre, decidió retocar mínimamente los slots de Corsair, porque con uno o dos slots más esa ayuda hubiera alterado la competencia, como decía la profunda investigación.
Es el mismo criterio que llevó a que se obligara a Iberia (cuyo grupo propietario es de un país no europeo) a renunciar a una cantidad desmesurada de rutas con Sudamérica para poder hacerse con Air Europa o es el mismo que no ha visto que Ita también en manos de Lufthansa no tiene importancia (Iberia comunica a Bruselas que renuncia a la compra de Air Europa).
La Comisión debería ser más valiente, no tomarnos el pelo, y reconocer: “nos interesa a todos” decir sí a esta ayuda o “no nos conviene a alguno de nosotros” esta otra subvención. Pero ‘vestir’ estas donaciones como si fueran el resultado de una fórmula matemática cuidadosamente estudiada es una chorrada que invita a Michael O’Leary a lanzar alguno de sus habituales insultos a Bruselas.
Siga el canal de Preferente en WhatsApp a través de este enlace. En él encontrará las noticias más relevantes del día del periódico con mayor audiencia turística del mundo. La suscripción, totalmente gratuita, se puede llevar a cabo realizando un solo clic (únicamente desde el teléfono móvil). Una vez dado de alta podrá activar las notificaciones, que por defecto vienen en silencio.
