Wizz Air tiene aviones porque ha cerrado su aventura en Abu Dabi y necesita reconfigurar sus rutas. Además, se supone que paulatinamente el desastre de sus motores se irá resolviendo y podrá disponer de los aviones como antes. Por esto, inicialmente, sus apuestas son varias: la más importante y segura es reforzar el este de Europa; segundo, el aeropuerto de Luton en Londres; Israel; y, finalmente, Italia, donde la compañía húngara tiene presencia, pero quiere crecer (Wizz Air deja las aventuras, se centra en lo suyo y mejora un 26%).
En Italia acaba de anunciar su expansión en Fiumicino, Malpensa, Venecia, Pisa, Turín, L’Alguer y Lamezia. No lo tendrá fácil porque en todos los casos tanto Easyjet como Ryanair están compitiendo duramente (El fracaso de Wizz Air: abandona Abu Dhabi).
Entre las nuevas rutas que ha anunciado, hay una de Roma a Menorca, sólo en verano y tres veces por semana. Y otra novedad es que se atreverá a competir con Easyjet y Ryanair en la ruta Malpensa-Mallorca, que ya está bastante consolidada y que es de las pocas que operan todo el año. Wizz Air lo hará sólo en verano para empezar.
Pero apuesta también por Roma-Malta, con un vuelo diario. O Roma-Rodas, o a Creta y Cefalonia, en operaciones que no tienen ni precedentes ni competencia. Operará también de Roma a Estonia.
A Wizz Air no le queda más remedio que salir a competir abiertamente con las grandes porque su mercado, el este de Europa, tiene limitaciones de crecimiento y porque sus costes operativos son mejores que los de todas las demás aerolíneas, salvo la irlandesa.
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