

Envases comerciales y sostenibilidad ya van de la mano en la hostelería. La nueva normativa obliga al canal HORECA —hoteles, restaurantes y cafeterías— a incorporar sistemas de reutilización para aguas y bebidas, transformando la forma en que se gestionan los envases en el turismo.
España se adapta así al Real Decreto 1055/2022 y al Reglamento (UE) 2025/40, que fijan los objetivos de reducir el uso de envases de un solo uso y promover modelos circulares más eficientes. Para los negocios turísticos, este cambio implica ajustes logísticos y de gestión, pero también una oportunidad para destacar por responsabilidad ambiental.
La reutilización es una exigencia que redefine costes, procesos e imagen ante un cliente cada vez más consciente.
Normativa que impulsa la reutilización en HORECA
El nuevo marco legal cambia por completo la gestión de envases en la hostelería. El Real Decreto 1055/2022 establece metas de reutilización que aumentan de forma gradual según el tipo de bebida. En aguas envasadas se exige alcanzar un 30 % en 2025, un 40 % en 2030 y un 50 % en 2035. En cerveza, los porcentajes son aún más altos, con un 80 % en 2025 y un 90 % en 2035.
El Reglamento (UE) 2025/40, que empezará a aplicarse en 2026, refuerza estos objetivos y elimina los envases de plástico de un solo uso en dosis individuales. Desde 2027 los locales deberán aceptar envases propios de los clientes, y en 2028 estarán obligados a ofrecer al menos un 10 % de envases reutilizables.
Esta normativa no solo regula las cantidades, también define un nuevo ciclo de uso, retorno y limpieza. Con ello, el turismo español avanza hacia un modelo alineado con la economía circular y la sostenibilidad europea.
Ventajas y retos para el turismo español
La implantación de sistemas de reutilización aporta beneficios claros al sector turístico. Los envases reutilizables reducen residuos, disminuyen la huella de carbono y mejoran la imagen ambiental de hoteles y restaurantes. También suponen un ahorro a largo plazo, ya que se evita la compra continua de envases de un solo uso.
El cambio, sin embargo, no está exento de dificultades. La limpieza y almacenamiento de los envases requieren espacio, tiempo y equipos adecuados. Además, el sistema de depósito y retorno implica nuevas tareas administrativas y logísticas. Muchos negocios deberán invertir en infraestructura y formación del personal para adaptarse.
A pesar de los retos, la experiencia de países como Alemania o Dinamarca demuestra que los beneficios superan los costes iniciales. Los locales que se adaptan pronto suelen atraer más clientes y mejoran su reputación como establecimientos responsables.
Adaptación de hoteles y restaurantes a la economía circular
Los negocios turísticos pueden adelantarse a la normativa si aplican una planificación clara. El primer paso es analizar qué tipos de envases utilizan y en qué volumen. A partir de ahí, conviene buscar proveedores que ofrezcan soluciones reutilizables y establezcan sistemas de retorno seguros.
También resulta esencial invertir en equipos de lavado, zonas de almacenamiento y herramientas digitales para controlar el flujo de envases. La formación del personal ayuda a mantener el sistema en funcionamiento y a cumplir con los requisitos de higiene.
Por último, comunicar a los clientes cómo funciona el sistema y por qué beneficia al medio ambiente refuerza la confianza y la fidelidad. Las empresas que se adapten pronto no solo cumplirán la ley, también ganarán ventaja competitiva en sostenibilidad.