
Estados Unidos continúa enviando vuelos con personas deportadas a Venezuela pese a que en los últimos días ha venido pidiendo a las aerolíneas comerciales que no operen en el espacio aéreo venezolano (IATA contra EEUU por sembrar el caos en Venezuela).
Como publicó Preferente, la FAA emitió el pasado 21 de noviembre una alerta en la que pidió a las compañías “extremar las precauciones” por el aumento de la actividad militar y el deterioro de la seguridad en Venezuela y zonas cercanas. El aviso señalaba que estos riesgos “podrían representar un peligro para las aeronaves a todas las altitudes, incluso en tierra”, lo que llevó a varias aerolíneas suspendieron de inmediato sus vuelos al país.
Sin embargo, tal y como ha informado el Ministerio de Justicia de Venezuela, ayer miércoles un Boeing 767 de Eastern aterrizó en Caracas con 175 personas a bordo, entre ellos 142 hombres, 26 mujeres, dos adolescentes y cinco niños, desde Phoenix y Arizona”.
En ese grupo viajaba un niño que, según las autoridades venezolanas, había estado retenido varios meses en centros estadounidenses. A su llegada, “un equipo multidisciplinario integrado por hombres y mujeres de la seguridad del Estado ofreció a este grupo de venezolanos atención médica, psicológica, social y legal”.
Todo esto ocurre en un contexto de tensión por la presencia militar estadounidense en la región y por las acusaciones de Washington contra el llamado Cártel de los Soles, que es considerado una “organización terrorista”, según apunta el medio Demócrata.
En paralelo, en el día de hoy, el gobierno de Nicolás Maduro ha anunciado que revoca los permisos de vuelo a Iberia, TAP, Avianca, Latam, Turkish Airlines y Gol. También ha advertido a Air Europa y Plus Ultra que tienen 48 horas, desde el 26 de noviembre, para retomar sus operaciones si no quieren perder sus licencias.
