
Conocedores del auge de este segmento gastronómico y de la ventaja competitiva de España por su incuestionable atractivo en esta materia, los destinos turísticos aguzan el ingenio para dar a conocer sus respectivos productos y saberes culinarios y hacerse con un pedazo del pastel muy jugoso en cuanto a generación de gasto turístico. Este artículo forma parte del dosier de Turismo Urbano, Cultural y Gastronómico 2025 de Hosteltur.
Disfrutar de la gastronomía local constituye uno de los principales motivos para viajar y el gasto de estos turistas es sabroso y no deja de aumentar como indica la subida de un 21,7 % interanual hasta los 17.232 millones de euros que dejó en España solo en 2023, según un estudio de KPMG en colaboración con la Real Academia de Gastronomía.
Una de las iniciativas más valoradas por el fuerte impulso que representa es la Capital Española de la Gastronomía, un honor que este año lleva a gala Alicante, que cederá el testigo a Jerez de la Frontera en 2026 como acaba de anunciarse
La relevancia de esta designación es incuestionable, como revelan los datos de la última capitalidad, Oviedo, que fue una capital de récord, con hitos como que superó el medio millón de visitantes en el año de la capitalidad y las 956.440 pernoctaciones, un 8,3 % más que el año anterior. Recibió un 72 % más de interés en los medios y un retorno económico de 46,1 millones de euros sobre la inversión realizada. “Le damos un sobresaliente alto: éxito absoluto de organización, masiva participación”, asegura Pedro Palacios, director general del galardón que se otorga anualmente a la ciudad que más despunta en la promoción de la gastronomía como atractivo turístico.
Secreto del éxito
Alicante, la ciudad de los 1.001 arroces, ha asumido el relevo con un 2025 cargado de eventos que están dando a conocer su gastronomía en todo el mundo. Hace unos días cocinó la coca de mollitas más grande del mundo, con 108,2 metros de largo de este producto típico alicantino, certificados por un notario, en el evento más popular de la Capitalidad, con 10.000 asistentes.
Además, en el marco del nombramiento de Alicante como Capital Española de la Gastronomía 2025, la ciudad recupera y pone en valor su legado vitivinícola con la celebración del congreso internacional ‘El Mar del Vino. Alicante, capital histórica del vino mediterráneo’, para cerrar octubre, que reunirá a expertos de referencia del sector vinícola europeo y mediterráneo. Lo organizan el Ayuntamiento de Alicante, Turisme Comunitat Valenciana, el Museo Arqueológico de Alicante (MARQ) y el Consejo Regulador de la DOP Vinos de Alicante y contará con especialistas de otros puntos de España y también de Italia (Sicilia), Francia, Armenia, Bosnia, Hungría, Egipto y Georgia, que abordarán la historia del vino desde sus orígenes ancestrales hasta su papel actual.
El arroz es uno de los productos fundamentales para en Alicante. Fuente: Capitalidad Española de la Gastronomía.
Como complemento al congreso, Alicante lanza también la iniciativa ‘La Ruta de los Taberneros’ hasta el 15 de noviembre, en la que participarán alrededor de 25 establecimientos entre vinotecas, bares y restaurantes de la ciudad, que ofrecerán tapas especialmente diseñadas para maridar con Vinos Alicante DOP.
Uno de los principales objetivos del congreso y de las actividades paralelas es recuperar y divulgar la importancia histórica de los Vinos de Alicante, considerados la Denominación de Origen más antigua del mundo, ya que data de 1510, año en que el rey Fernando de Aragón otorgó el privilegio vitivinícola a la región.
Queda por delante también la celebración del concurso ‘Mejor cocinero del Año’ el 13 de noviembre, que ya tiene a sus doce semifinalistas.
Para terminar la Capitalidad, Alicante está preparando un gran acto en Madrid a finales de año o comienzos del próximo que marcará el final del reinado gastronómico, reconocerá a las personas e instituciones que más se han implicado en la efeméride y promocionará la cocina y los arroces como elemento diferenciador y argumento de promoción turística de la ciudad.
A raíz de la capitalidad ha surgido la Red de Gastrociudades, una nueva plataforma para la promoción del turismo gastronómico en aquellas ciudades que han ejercido el título de Capital Española de la Gastronomía, en las 11 ediciones celebradas. Se ha constituido para tejer cohesión territorial a través de la gastronomía y sus sabores únicos y diferentes, y para aprovechar el impulso dado y potenciar el destino gastronómico para seguir atrayendo a más visitantes.
Despensa del Mediterráneo
La gastronomía es también uno de los pilares fundamentales de la identidad valenciana, en una ciudad que presume de una cocina mediterránea sostenible, basada en el producto de proximidad y en la creatividad de sus chefs.
El Mercado Central, con más de 250 puestos, sigue siendo un punto neurálgico de la vida local y uno de los mayores mercados de productos frescos de Europa. Junto a él, los mercados de Ruzafa y Colón completan la ruta gastronómica urbana. Los visitantes pueden disfrutar de talleres de paella, rutas de tapas y vino, o recorridos por la huerta, una experiencia singular que conecta la gastronomía con el territorio.
Valencia se caracteriza por la estrecha colaboración entre productores, restauradores y consumidores, que apuestan por la calidad, la temporalidad y la proximidad como valores diferenciales.
La ciudad se nutre de tres grandes despensas naturales: la huerta periurbana, el Mediterráneo y l’Albufera. De ellas procede la riqueza de productos frescos y de proximidad que sustentan la llamada ‘Despensa del Mediterráneo’, un concepto que simboliza la unión entre gastronomía, sostenibilidad y cultura local.
De la tapa a la alta cocina
La gastronomía es un aspecto fundamental y una de las principales motivaciones de los viajeros que visitan Sevilla, ya que la cocina local ofrece una ventana única a la cultura y tradiciones de la ciudad y forma parte de su identidad y sus raíces culturales.
Constituye además una experiencia que se extiende por toda la ciudad, desde las zonas más emblemáticas hasta los barrios, aportando autenticidad y diversidad. Sevilla mantiene una base de bares, restaurantes y mercados (Triana, Feria, Arenal) en los que combina tradición y modernidad.
La alta cocina está bien representada, con dos estrellas Michelin en la capital (Abantal y Cañabota), además de nuevas propuestas rompedoras en los barrios como Nervión o la Macarena, con los tradicionales bares como el mítico Rinconcillo que amplían el mapa gastronómico del destino