
Los 2.400 pilotos de la aerolínea estadounidense Spirit, que atraviesa una seria crisis económica, pasarán a cobrar un salario un ocho por ciento inferior al actual, según el acuerdo cerrado con la empresa y que se someterá a votación (Spirit abandona el 25% de sus rutas para sobrevivir).
Estos son los pilotos que tienen suerte, porque otros 500 se han encontrado con una suspensión de empleo y sueldo, hasta que la compañía vuelva a necesitarlos, ante el potente recorte de rutas que va a iniciar.
Spirit está en quiebra por segunda vez este año. Los sindicatos han aceptado el recorte salarial propuesto. De no haberse producido el acuerdo las cosas podrían haber sido peor porque la compañía está en quiebra y serían los jueces los que decidirían.
Ryan Muller, el representante del sindicato Alpa en Spirit, dijo que las negociaciones no fueron fáciles porque detrás estaba la sombra de una decisión judicial. Al menos, apuntó, “así hemos sido los pilotos los que tienen el control de la negociación”.
Tampoco esta rebaja salarial garantiza la supervivencia de la compañía, pero la dirección cree que existen ahora más posibilidades de ello.
