
Puede que les suene el nombre SmartLynx: es una aerolínea, o grupo de aerolíneas, con diversas bases y marcas, operando en los Países Bálticos. Tenía algunas líneas regulares, muy pocas, pero su negocio era sobre todo el wet lease, lo que antes se llamaba subchárter, que es el alquiler de aviones con tripulantes y todo.
Por ejemplo, durante mucho tiempo, Easyjet alquiló sus aviones para operar las rutas que heredó de Air Berlín en Alemania. Tenía ahora mismo cuatro aeronaves alquiladas a la caótica Air Peace, de Nigeria. Y sobre todo, les puede sonar más porque fue una de las candidatas a comprar Wamos Air, la líder en wet lease de España, que finalmente optó por irse con el grupo propietario de Avianca (Luz verde a la integración de Wamos Air en el grupo Abra).
Es probable que vayamos a escuchar más este nombre SmartLynx porque ha protagonizado un escándalo. Su propietario es Avia Solutions Group. En su poder estaban la filial letona, la de Malta y la de Estonia. La grande era la primera.
Hace unos días, entre octubre y noviembre, ocurrió lo siguiente: los activos de SmartLynx Letonia se venden a una empresa de Ámsterdam que acababa de crearse y cuyos directivos se repiten con los que tenía antes, o sea que la venta es poco convincente, e inmediatamente quiebra con un pasivo de casi 250 millones de euros. A Air Peace le paraliza los aviones justo tras cobrarle dinero, incluso dice Air Peace que hubo un anticipo. Pero Avia sigue, limpia, porque vendió la compañía antes de quebrar. También continúa la filial maltesa y la estonia, todo sin deudas porque han vendido la empresa con las deudas.
Varios medios internacionales hablan de un auténtico escándalo. Desde luego, no pidan referencias en Nigeria. Ahora habrá que ver qué harán los acreedores ante una situación bastante insólita. Es lo que ocurre cuando los activos son capaces de volar. Literalmente.
