
España seguirá liderando el crecimiento entre las economías occidentales durante los próximos dos o tres años, con un avance previsto de entre el 2,5% y el 2,9% pese a la volatilidad geopolítica, superando así a otros países europeos de referencia. “El entorno macro es favorable a nivel global y los mercados que nos rodean se mantienen estables, lo que facilita seguir construyendo negocio”, señaló Jorge Schoenenberger, socio de Traveltech, durante el XX Congreso de Hoteleros Españoles. En este contexto, la firma ha puesto en marcha su segundo fondo, TT2, con el que prevé invertir 50 millones de euros en startups de tecnología turística, basándose en tres criterios que deben cumplir.
1. Capacidad de crecimiento
Lo que diferencia a las empresas que duran décadas de aquellas que desaparecen en poco tiempo es la capacidad de generar crecimiento constante.
“Sin crecimiento no hay proyecto empresarial a largo plazo, sin crecimiento no hay talento y sin crecimiento no hay capacidad de generar valor”, ha señalado Jorge Schoenenberger
Su planteo se apoya en datos de series históricas que muestran cómo las compañías que mejor retribuyen a sus accionistas son aquellas que crecen de forma sostenida, evitando el “diente de sierra” o la dependencia de grandes fusiones. “La estadística demuestra que las grandes fusiones tienden a destruir valor. Las buenas adquisiciones son las pequeñitas, las que complementan y hacen más potente a una compañía”, ha dicho.
Según el socio de Traveltech, la dirección no debe poner el foco solo en la gestión defensiva de costes: “hay que pensar cómo voy a crecer más, en qué mercado puedo entrar, qué nuevos negocios voy a lanzar y qué talento necesito para hacerlo”.
Jorge Schoenenberger, socio de Traveltech, durante el XX Congreso de Hoteleros Españoles. Fuente: Hosteltur.
2. Espíritu emprendedor
Para las empresas que ya han alcanzado escala y que cada mañana piensan cómo crecer más, ha lanzado una recomendación: no perder el entusiasmo emprendedor, porque “a la que os hagáis grandes, centralizados y burócratas, estáis muertos”.
El ADN emprendedor es la segunda clave que tienen en cuenta para invertir. Incluso en fases de expansión, la compañía debe preservar la agilidad con equipos que experimenten, asuman riesgos y mantengan una mentalidad de mejora continua.
En palabras de Jorge Schoenenberger, “las compañías que tienen éxito a largo plazo nunca pierden el ADN emprendedor y tienen gente que siempre piensa en lanzar cosas nuevas” porque innovar no es opcional
3. Tecnología e inteligencia artificial
El tercer eje para decidir inversiones es la tecnología. “Hay que entenderla como una oportunidad de generar valor y diferenciación”.
Concretamente, están analizando el uso que hacen de la inteligencia artificial, ya que “es algo imparable, es transformador y nos ayudará. Todos damos ya por hecho que en nuestras empresas habrá personas, agentes y robots trabajando juntos”, por lo que la IA no es una tendencia.
“Tenemos un entorno razonablemente bueno para los próximos años. Sobre esto se puede construir negocio, crear empleo y hacer crecer compañías que duren 50 años”, concluyó.