
La rentabilidad de los hoteles vacacionales de España está cada vez más en el exterior, aunque las habitaciones sigan siendo el núcleo central del negocio. El huésped quiere espacios amplios, diversión, bienestar, recuerdos para compartir, fotos para subir a Instagram… Y cuando todo esto se integra correctamente, el cliente está dispuesto a pagar más, el ADR sube con claridad, los turoperadores lo avalan y el reposicionamiento del hotel se consolida. Desde toboganes icónicos hasta lagunas de surf de nueva generación, pasando por spas al aire libre o piscinas premium, cadenas hoteleras e inversores perciben que la próxima batalla del turismo vacacional será más “outdoor” que “indoor”, sobre todo para aquellos establecimientos que deben competir contra los mega-resorts ultra todo incluido de Turquía.
Tal como quedó claro en el debate moderado por Bruno Hallé, socio codirector de la división hotelera de Cushman & Wakefield, este martes en el Salón Piscina Barcelona, las inversiones en espacios exteriores ya no son un complemento: son el corazón del reposicionamiento hotelero, determinantes para elevar el ADR y para crear nuevos productos capaces de transformar un destino.
Así, en destinos maduros, en resorts de nueva generación o incluso en hoteles urbanos, las inversiones “outdoor”, es decir, en los espacios exteriores del hotel, se han convertido en la palanca clave del reposicionamiento, marcando realmente la diferencia en el mercado. Cada ponente lo demostró desde un ángulo distinto.
José Mª Rossell, CEO de Senator Hotels & Resorts; Meritxell Vilella, directora de Marketing de Aqua Hotel Group; Francisco Javier García Cuenca, vicepresidente de Magic Hotel Group, y Bruno Hallé, socio codirector de la división hotelera de Cushman & Wakefield, el pasado 18 de noviembre en el Salón Piscina Barcelona. Fuente: Hosteltur.
La revolución acuática empezó en los 90
José Mª Rossell, CEO de Senator Hotels & Resorts, recordó que esta transformación tiene historia. “Nosotros comenzamos con toboganes en los años 90. Empezamos poniéndolos para los niños, pero los adultos también querían usarlos”.
Ese primer paso dio lugar a algo mucho más grande: hoy el ocio acuático es el ingrediente principal de la experiencia vacacional. Tanto, que en los resorts de primera línea “hay clientes que no van a la playa”. Un outdoor bien diseñado retiene al huésped, aumenta el gasto y permite segmentar zonas para públicos distintos, algo especialmente complejo en destinos consolidados con poco espacio disponible.
También surge un reto inevitable: el consumo de agua. Rossell recordó que muchas piscinas antiguas tenían profundidades innecesarias y poco eficientes. Ahora, la digitalización del control de fugas y el uso de agua desalada forman parte del día a día en destinos como Almería.
Más metros, más diseño y menos playa
Para Meritxell Vilella, directora de Marketing de Aqua Hotel Group, el agua es directamente “el centro de la experiencia vacacional”. El cliente siente que está de vacaciones cuando está al sol, en un espacio amplio, cuidado y con diseño.
Sus nuevos proyectos incorporan zonas exteriores más grandes, con tipologías diversas de piscinas, jardines, gastronomía al aire libre y espacios diferenciados para que varios perfiles convivan sin mezclarse, o solo en momentos determinados. Y confirma un fenómeno que todas las cadenas detectan: el huésped sale menos del hotel, lo que incrementa los ingresos.
Además, los entornos exteriores “dignos de foto” generan un impacto enorme en redes. Y en urbano, los rooftops, las piscinas panorámicas y la coctelería outdoor “son un producto instagrameable total”.
Inversiones en el exterior para elevar el ADR del interior
Francisco Javier García Cuenca, vicepresidente de Magic Hotel Group, fue muy claro: “Tenemos medido que el ADR con oferta acuática es muy superior al ADR sin oferta acuática”.
Pero esa oferta acuática es, en realidad, un ecosistema: toboganes de 20 metros, zonas diferenciadas para niños, adolescentes y adultos, spas exteriores, áreas sensoriales o espacios premium. Todo ello contribuye a una experiencia que permite al cliente “coleccionar recuerdos” y genera disposición a pagar más.
La clave, subraya, es lograr propuestas realmente diferenciales y sostenibles: agua desatada, energía verde y diseños que minimicen consumos sin renunciar a la experiencia.
Carlos Barrau, director de gestión de activos en HIP, durante su intervención en el debate sobre inversiones hoteleras, entrevistado por Bruno Hallé, en el marco del salón Piscina Barcelona. Fuente: Hosteltur.
Proyectos de reposicionamiento
Desde la mirada del capital, Carlos Barrau, director de gestión de activos en HIP, confirmó que la tendencia a invertir en espacios exteriores pesa enormemente en los proyectos de reposicionamiento, porque estas mejoras influyen de forma directa en la capacidad de subir precios y en la relación con los turoperadores.
En los hoteles vacacionales de más de 200 habitaciones —el tamaño habitual de los 75 activos de HIP en España, Grecia, Italia y Portugal, operados por diferentes cadenas— “la parte acuática tiene mucha importancia”, especialmente en establecimientos donde conviven cientos de niños con adultos que buscan tranquilidad.
Por ello, el diseño obliga a multiplicar espacios: piscinas adult-only, splash parks, áreas familiares, restauración diferenciada, zonas deportivas o incluso piscinas “compartidas” que permiten privatizar secciones sin disparar el coste por habitación.
Aun así, reconoce Barrau, “a veces es difícil explicar al inversor que poner otra piscina puede ser más rentable que un restaurante o más habitaciones, pero se trata de detallar bien los números”. Y cuando un turoperador ve una piscina nueva, resulta más fácil cerrar incrementos de precio.
Coro Odriozola, CFO de Wave Garden. Fuente: Hosteltur.
Lagos de surf: el outdoor que crea nuevos destinos
La intervención más llamativa fue la de Coro Odriozola, CFO de Wave Garden, quien mostró hasta qué punto el outdoor ya no es solo piscina y jardín.
La empresa ha desarrollado y patentado una tecnología de bajo consumo capaz de generar “olas perfectas” en lagos artificiales. Cuenta con 12 instalaciones en funcionamiento, otras 10 en construcción y más de 50 comprometidas. Y la segunda generación del producto incorpora directamente alojamiento turístico.
En Alicante, Wave Garden está levantando un complejo con una laguna de 20.000 m² y 60 villas, un modelo capaz de atraer 250.000 visitantes al año y que convivirá con la oferta hotelera del entorno.
En un momento en que la práctica del surf crece con fuerza, estas lagunas permiten “llevar el surf donde no hay mar” y facilitan la desestacionalización: familias en verano, deportistas en invierno.
El modelo ya ha despertado el interés de varias cadenas hoteleras españolas para instalar lagunas de surf artificial más pequeñas -de unos 3.000 m²- en resorts con espacio infrautilizado o elementos obsoletos.