
España dará el salto a los 350 km/h en su red de alta velocidad, un cambio que comenzará en la línea Madrid-Barcelona y que marcará el mayor aumento de velocidad desde la puesta en marcha del AVE. El Ministerio de Transportes ha confirmado que este corredor será el primero en renovarse porque reúne las condiciones técnicas necesarias para permitir la implantación del nuevo estándar (AVE Madrid-Barcelona: más de 140 millones de viajeros en sus 15 años).
Según apunta Eldiario.es, la decisión responde a la necesidad de incrementar la capacidad de la red sin construir nuevos carriles. Según ha detallado el ministro, Óscar Puente, elevar la velocidad permitirá reducir tiempos de viaje, aumentar la oferta y optimizar la rotación de trenes. El objetivo es situar el trayecto entre la capital y Barcelona por debajo de las dos horas cuando concluyan los trabajos de modernización.
La renovación se ejecutará de forma gradual y por tramos, comenzando por el segmento entre Madrid y Calatayud. Transportes recuerda que estas obras requieren plazos prolongados y señala como referencia los tres años que llevó completar la modernización integral de la línea Madrid-Sevilla. Cada tramo que se incorpore a la nueva configuración irá elevando la velocidad máxima operativa.
Las pruebas realizadas previamente detectaron limitaciones derivadas del tipo de vía y del balasto, que desaconsejaban superar los 320 km/h. Para resolverlo, Adif desarrolló en 2024 una traviesa patentada capaz de reducir un 21% la carga aerodinámica, lo que permitiría alcanzar velocidades superiores. Este elemento será instalado en los nuevos tramos y permitirá avanzar hacia los 350 km/h previstos.
El aumento de velocidad forma parte de un plan más amplio que incluye actuaciones en los accesos a las grandes ciudades. En Madrid se construirá un nuevo enlace entre Chamartín y el aeropuerto de Barajas para aliviar el túnel ya saturado, y se levantará una estación de alta velocidad en Parla destinada a desviar parte del tráfico pasante que hoy llega a las terminales principales.
De igual manera, en Barcelona, el Gobierno proyecta un nuevo acceso vinculado a La Sagrera para absorber el incremento de tráfico previsto en el corredor mediterráneo. El Ministerio ha admitido que tanto la red como varias estaciones no estaban dimensionadas para la demanda actual, debido a años de inversión insuficiente y a previsiones de pasajeros que no se cumplieron.
