
Apenas unos días después de que Eastern dejara de volar, el 7 de noviembre, ahora es Blue Islands, otra aerolínea regional británica, la que suspende operaciones de forma inmediata. La compañía dijo que estaba estudiando qué hará, aunque cancelar los vuelos para un negocio que se dedica a volar equivale a cerrar. Subsistirá ahora un ente con interés jurídico y financiero, pero que tiene difícil retorno a la vida (Reino Unido: cierra Eastern, una aerolínea regional).
Blue Island tenía cinco aviones, todos ATR72, y ofrecía sus servicios en las islas del Canal de la Mancha, donde hay tres que son británicas, pese a que están prácticamente en las costas francesas. Blue Islands opera desde 2001, aunque con ese nombre desde 2006 (El insólito flujo de turistas desde 22 aeropuertos alemanes al Canal de la Mancha).
Al igual que ocurriera con Eastern, la muerte de Blue Islands en realidad tuvo lugar en marzo de 2020 cuando se inicia el Covid. En Gran Bretaña no hubo ayuda a las aerolíneas, de forma que todas tuvieron que endeudarse. Pero ni Eastern ni tampoco Blue Islands fueron capaces de soportar el peso de la deuda, de 8,5 millones de libras en el caso de la segunda, que ha venido arrastrando hasta ahora. Se puede decir incluso que hasta la tumba, porque este es el desenlace más probable de la compañía.
El dinero se lo prestó el gobierno de Jersey, la isla a la que volaba preferentemente. En Guernsey, en cambio, hay otra aerolínea, Aurigny, que es más sólida.
La decisión de dejar de operar tuvo lugar, señala la compañía, cuando el gobierno de Jersey le informó que no estaba dispuesto a aportar más dinero.
