
Asturias ha convertido el turismo rural en uno de los pilares de su modelo turístico. En torno a su red de alojamientos integrados en el paisaje, la preservación del patrimonio arquitectónico y la autenticidad cultural, el Principado ha consolidado una marca propia de alojamiento y sostenibilidad. Ahora, con el lanzamiento de los bonos de turismo rural de Asturias, el destino da un paso más: incentivar las escapadas fuera de temporada alta y fortalecer el tejido económico del medio rural, donde el turismo es motor de empleo y equilibrio territorial.
  El turismo rural forma parte de la identidad asturiana. Entre montañas, valles y pueblos que parecen detenidos en el tiempo, Asturias se ha consolidado como uno de los destinos rurales más auténticos de España. Su red de alojamientos rurales, su gastronomía y su entorno natural la convierten en una elección perfecta para quienes buscan desconexión, naturaleza y vida tranquila.
Asturias, esencia del turismo rural
El turismo rural asturiano es una invitación a viajar despacio, disfrutar de lo sencillo y sentirse parte del lugar. Más allá del alojamiento, el turismo rural en Asturias es una experiencia completa: rutas de senderismo, turismo activo, visitas culturales o degustaciones gastronómicas hacen que cada escapada sea diferente. El entorno invita a vivir sin prisa, a disfrutar del paisaje y del contacto directo con la gente local.
  La cultura rural está muy viva. En muchos pueblos se conservan oficios tradicionales, como la alfarería o la producción artesanal de quesos, y las fiestas locales mantienen un fuerte vínculo con la tierra. Participar en ellas es una forma de entender el carácter asturiano, marcado por la hospitalidad y la sencillez.
Alojamientos con alma asturiana
El turismo rural en Asturias es mucho más que una opción de alojamiento. Es una forma de entender el viaje, basada en el respeto por la naturaleza, la recuperación de tradiciones y la convivencia con las comunidades locales.
Desde los años ochenta, cuando Taramundi se convirtió en el primer destino rural del país, el Principado ha desarrollado una red de alojamientos rurales que hoy es referente en España, con una amplia oferta de casas de aldea, hoteles rurales y apartamentos turísticos. Viajar por Asturias es descubrir que la vida rural no solo se conserva, sino que se vive con orgullo. En cada valle y en cada aldea hay casas de piedra y madera restauradas con cuidado, hórreos centenarios que aún guardan la cosecha y caminos que llevan a paisajes donde mirar el reloj es lo menos importante.
  Calidad y sostenibilidad como principios de gestión
Uno de los grandes logros del modelo asturiano es su red de alojamientos certificados con sellos de calidad propios, gestionados desde el Gobierno del Principado.
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Aldeas – Asturias Calidad Rural identifica casas y apartamentos que destacan por su atención personalizada, su compromiso con el entorno y su integración paisajística.
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Casonas Asturianas agrupa hoteles rurales con encanto que conservan la arquitectura tradicional y ofrecen un servicio cercano y familiar.
 
Ambos distintivos garantizan una experiencia de alojamiento coherente con los valores del destino: comodidad, autenticidad y respeto ambiental. Para las empresas turísticas, esta estructura representa una ventaja competitiva. Permite diseñar productos turísticos de alto valor añadido, orientados a públicos que buscan experiencias genuinas, sostenibles y diferenciadas del turismo masivo.
  En términos económicos, el turismo rural asturiano cumple una doble función: atraer visitantes y mantener la actividad económica en las zonas rurales. Cada alojamiento, restaurante o experiencia de naturaleza contribuye a sostener la población, generar empleo y dinamizar los recursos locales, desde la producción agroalimentaria hasta la artesanía.
Los bonos de turismo rural de Asturias: viajar y reactivar el territorio
Para estimular la actividad en temporada baja y ofrecer a los viajeros la oportunidad de descubrir una Asturias más tranquila, el Principado ha lanzado los bonos de turismo rural de Asturias.
Estos bonos permiten disfrutar de una estancia rural a mitad de precio: el viajero adquiere un bono de 150 € abonando solo 75 €, válido para dos o más noches en cualquiera de los alojamientos rurales adheridos al programa.
 Cada persona puede solicitar hasta dos bonos por año, lo que facilita organizar varias escapadas entre el 16 de septiembre y el 31 de diciembre de 2025.
La iniciativa tiene un enfoque muy claro:
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Fomentar el turismo fuera de temporada alta, cuando los pueblos y valles asturianos muestran su lado más auténtico.
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Apoyar a los alojamientos rurales, garantizando un flujo estable de reservas y reduciendo la estacionalidad.
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Promover el consumo local, ya que cada visita genera actividad en restaurantes, comercios y servicios rurales.
 
Para los profesionales del sector turístico —agencias, turoperadores, gestores de alojamientos o empresas de experiencias—, los bonos suponen una herramienta de promoción y fidelización.
 Permiten construir campañas conjuntas con el respaldo institucional del Principado, ofrecer descuentos atractivos sin reducir márgenes y, sobre todo, mantener viva la red empresarial que sustenta el turismo rural.
Nuevas oportunidades para el sector turístico
El ecosistema rural asturiano ofrece un marco de colaboración propicio para el desarrollo de productos turísticos de valor añadido. Las alianzas entre alojamientos certificados y operadores especializados permiten diversificar la oferta y adaptarla a diferentes segmentos de demanda: escapadas en pareja, turismo familiar, turismo activo o bienestar.
La consolidación de los bonos, unida al reconocimiento de las marcas de calidad y a la estabilidad del destino, genera un entorno favorable para el crecimiento sostenible del sector. Además, el modelo asturiano refuerza la imagen de marca del destino en el mercado nacional e internacional, al vincular turismo rural con valores de autenticidad, seguridad y respeto por el entorno.
Asturias, un modelo rural de futuro
El turismo rural asturiano se ha consolidado como un modelo de gestión integral del territorio, en el que el desarrollo económico se combina con la conservación del patrimonio y la mejora de la calidad de vida de las comunidades rurales.
 La puesta en marcha de los bonos de turismo rural refuerza ese modelo, demostrando que la sostenibilidad también puede ser rentable cuando se apoya en políticas activas y en la colaboración público-privada.
Asturias no busca un turismo rural de volumen, sino un turismo de valor. Un turismo que cuida el entorno, diversifica la economía y ofrece experiencias reales en un contexto natural y cultural único.
 Para el sector profesional, es una invitación a formar parte de una estrategia consolidada, con futuro y con una identidad clara: la de un destino que ha hecho del turismo rural su mejor carta de presentación.