
Las acciones de Lufthansa tuvieron este jueves un incremento de valor notable, un cuatro por ciento, debido a que la compañía adelantó que sus resultados de verano, de julio a septiembre, fueron de 966 millones de euros, un 12 por ciento menos que el año pasado (Meta en Lufthansa: de 13 tipos de aviones de largo radio, a la mitad).
Como había dicho que sería un verano mucho más malo, los inversores consideran que la alemana finalmente ha conseguido controlar su situación y que ahora va a empezar a mejorar.
Cuando hablamos de Lufthansa, hablamos del grupo, o sea de la aerolínea con ese nombre más Eurowings, Austrian, Swiss, Brussels e Ita.
Lufthansa había planteado un mal escenario para este año debido a los problemas con las entregas de aviones –es una de las pocas aerolíneas en el mundo que aún opera el A340 o el B747, emblemáticos pero nada eficientes–, y a cierto descontrol en los costes.
Pero la compañía parece recuperarse. Ha anunciado 4.000 puestos de trabajo menos y eso en conjunto puede suponer al final que los beneficios de todo el año sean de 1.600 millones (los 966 son sólo del verano) (Los despidos de Lufthansa, por la Inteligencia Artificial).
No obstante, la facturación y el número de pasajeros han subido, lo que alimenta la esperanza de una pronta normalización de su potencial.
