
Los pisos turísticos continúan aumentando en Valencia a pesar de la moratoria municipal que prohíbe conceder nuevas licencias. Desde la entrada en vigor de la medida, en mayo de 2024, se han registrado 1.245 nuevas viviendas turísticas legales, lo que eleva el total a casi 6.000 alojamientos inscritos en el registro autonómico (Valencia limita a un 2% el número de pisos turísticos por barrio).
Según Valencia Plaza, el crecimiento se debe a dos factores. El primero, que la moratoria no tiene carácter retroactivo, es decir, no afecta a las solicitudes presentadas antes de su aprobación. El segundo es la posibilidad de obtener certificados de compatibilidad urbanística a través de Entidades Colaboradoras Urbanísticas de Verificación, que la Generalitat sigue aceptando.
El PSPV ha denunciado la “ineficacia” de la moratoria y acusa al Ayuntamiento de no actuar ante la apertura de nuevos pisos ilegales. Su concejal Javier Mateo asegura que “la moratoria no ha servido para nada” y que el consistorio “mira hacia otro lado”. Desde Urbanismo, su representante, Juan Giner, se defiende señalando que “no existe tal ineficacia” y que el Ayuntamiento cumple con su parte en la gestión de licencias.
Esta falta de coordinación entre administraciones también se refleja en los datos sobre cierres. Mientras el gobierno municipal afirma haber clausurado 1.000 viviendas irregulares, el PSPV sostiene que solo se han remitido 26 bajas a la Generalitat y abierto menos de 200 expedientes sancionadores.
Según datos de Visit València, en junio se publicitaban alrededor de 10.500 viviendas de uso turístico en la ciudad, de las cuales unas 9.000 no estaban registradas legalmente. La cifra refleja la dificultad para controlar la proliferación de alojamientos irregulares, muchos de ellos en antiguos bajos comerciales reconvertidos.
