

¿Estamos ante la muerte del clic? No dejes de leer este contenido… Y es que a veces las mejores conversaciones no se programan: simplemente suceden. En mitad del bullicio del Tourism Innovation Summit (TIS), entre cafés y conferencias, Toni Mascaró y Jimmy Pons coincidieron conmigo en la sala de prensa y, casi sin darnos cuenta, acabamos improvisando un debate sobre inteligencia artificial, turismo y el futuro del marketing digital.
Y claro, con estos dos delante, la charla fue oro puro.
La IA, nuevo compañero de viaje
Mascaró abrió fuego con una frase que resume bien el momento actual:
“La IA ya es un compañero de viaje para el turista. Es su superpoder para buscar, comparar y decidir. Ya no hay clic, porque la búsqueda se hace dentro de ChatGPT, Perplexity o Gemini.”
Su reflexión iba más allá del viajero. Según él, la Inteligencia Artificial “afecta verticalmente a todos los departamentos de un hotel, desde marketing a revenue, pasando por operaciones”. Y lo hace además en tres niveles: al turista, a la industria y al propio establecimiento.
El resultado, asegura, es un cambio de paradigma radical. “Estamos viviendo el fin del clic”, insistía. “El zero click está en marcha y eso pone en jaque a toda la industria del marketing y a los buscadores tradicionales. Pero no es el fin del SEO, sino su renacimiento.”
SEO para humanos… y para inteligencias artificiales
“Ahora”, decía Mascaró, “tu web no solo tiene que estar preparada para los usuarios, sino también para las inteligencias artificiales que la van a visitar, analizar y recomendar”.
Hablábamos de lo que él llama SEO ampliado: un posicionamiento mucho más profundo que incorpora técnicas de IA sin olvidar las bases de siempre —autoridad, estructura, contenido y medios referenciales—.
Yo le conté que en TecnoHotel habíamos comprobado cómo ChatGPT enlaza de forma natural a medios con autoridad, y Toni asentía: “Exacto, David. Por eso la marca y la autoridad son claves. GPT ya reconoce a TecnoHotel como fuente fiable. Esa es la nueva batalla: no por el clic, sino por el reconocimiento semántico de las IA.”
La era de los LLM locales
Jimmy Pons, que no podía faltar en una charla improvisada sobre innovación, sonreía mientras Toni sacaba el móvil para mostrarnos un modelo de lenguaje descargado que funcionaba sin conexión. “Mira —decía—, este LLM trabaja offline, ocupa entre 2 y 40 gigas, y es perfecto para viajar o trabajar sin depender de la nube.”
Ambos coincidían en que veremos una irrupción de modelos locales —los llamados LLM on device— por cuestiones de privacidad, soberanía de datos y velocidad de respuesta. “Al final”, añadía Mascaró, “habrá un modelo híbrido: nubes seguras europeas, como la de Azure, y pequeños LLMs instalados en servidores o incluso móviles corporativos.”
Jimmy asentía divertido: “Ya me veo con una cajita de Nvidia en casa, chateando con mi propia IA sin que nadie meta mano.”
Rizoma: innovación con impacto real
Entre una idea y otra, Toni no podía evitar mencionar Rizoma, su proyecto más personal.
“Rizoma es una plataforma de innovación regenerativa que conecta startups, empresas y talento con propósito. Queremos impulsar proyectos que tengan impacto real en personas, planeta y negocio.”
Rizoma, con sede en Barcelona, busca convertirse en un laboratorio mediterráneo de innovación aplicada. “Creemos que la sostenibilidad ya no basta. Hay que regenerar lo que hemos agotado, devolver vitalidad a los sistemas naturales, sociales y culturales”, explicaba Mascaró.
Comunidad, contenido y propósito
La charla terminaba como empezó: hablando de personas. De comunidad. “Si algo va a sobrevivir al zero click”, concluía Jimmy, “serán las comunidades. Los hoteles, los medios, las marcas… todos tendremos que volver a construir comunidad real. Esa será la mejor forma de que la IA —y los humanos— sigan encontrándose.”
Imágenes cedidas: Vanja Matijevic en Unsplash