
Desde el pasado 25 de septiembre, el grupo Accor, la mayor cadena hotelera de Europa y, por supuesto, de Francia, tendrá que acudir a la prisión de La Santé para hablar con uno de sus directores y miembros del consejo de administración, quien se encargará detrás de las rejas de validar las cuentas de la compañía. En realidad, aunque la condena es de ese día, su ingreso en prisión será este martes.
Nicolás Sarkozy, expresidente de Francia, fue condenado a cinco años de prisión por aceptar la financiación ilegal procedente de Muamar el Gadafi, de Libia. Ahora, el viejo político, que tiene 70 años, no podrá ocupar puestos públicos, pero nada obliga a Sebastien Bazin, el máximo responsable de Accor, a echarlo. Y Bazin se limitó a confirmar ante los medios que Sarkozy efectivamente es miembro del consejo y director, lo cual sigue en vigor pese a la condena.
Este jueves pasado, Sarkozy estuvo presente en la reunión del consejo de administración de otra gran empresa francesa, Lagardère. No son las únicas en las que ocupa cargos relevantes. Ninguna ha prescindido de él.
Sarkozy ha presentado un recurso contra la sentencia, pero este martes 21 ingresará en la cárcel por orden judicial. La argumentación de la Justicia es que los hechos son excepcionalmente graves como para que siga en libertad.