
Hasta ahora, los hoteles cubanos eran cubanos. Es decir que las cadenas occidentales les ponían la bandera, los vendían, orientaban algo el estilo, pero los operadores eran totalmente locales. Por eso los estándares de servicio eran muy mejorables. Por eso, quizás, la caída de la demanda (Caída del 30% en el turismo a Cuba desde enero a hoy).
Como desde 2018 a hoy Cuba ha perdido más del 50 por ciento del volumen de visitantes y el sector se sigue hundiendo sin encontrar suelo, el Gobierno ha decidido optar por el alquiler de algunos de sus hoteles a ver si así funcionan. La mallorquina Iberostar será desde el 1 de enero la primera cadena que será responsable íntegra de un hotel, el Iberostar Origin Laguna Azul en Varadero.
Es un salto de gigante en el modelo porque permite que el hotel sea verdaderamente de Iberostar y que las cadenas puedan escoger cómo funcionan. Hasta ahora, las estructuras estatales eran las encargadas de todo, mediante el consorcio Gaesa, lo cual frecuentemente presentaba deficiencias.
En todo caso, el contexto social, de crisis profunda, seguirá siendo el mismo, con cortes de luz extremadamente frecuentes y carencias de todo tipo.
La cadena de la familia Fluxá es de las de mayor presencia en la isla, junto con Meliá. Barceló, en cambio, tiene una presencia más limitada y otras cadenas como Riu no están presentes.