
Las aerolíneas europeas y los eurodiputados se han declarado la guerra: las primeras dicen que los segundos no conocen la realidad y los segundos apuestan por legislar para que se pueda subir al avión con unas maletas que, si la mayor parte de los viajeros las llevaran, no cabrían en la cabina. El enfrentamiento es total (Ryanair amplía las dimensiones del equipaje de mano gratis).
Las aerolíneas dicen algo bastante simple: los viajeros prefieren precios bajos antes que maletas gratis. Y añaden que eso supone menos retrasos.
El enfrentamiento tiene un segundo elemento de choque: las compensaciones cuando el avión se retrasa tres horas o más. El lunes pasado el Parlamento europeo acordó que eso no se podía modificar en la legislación, algo que sin embargo los gobiernos europeos consideran que habría que rebajar. Recuerden que no basta con una decisión del Parlamento, sino que los gobiernos, o sea el Consejo Europeo, tiene también voz. Y voto.
Esta semana, Airlines for Europe (A4E), que agrupa a todas las grandes compañías aéreas europeas, incluyendo aquellas que son muy laxas en el asunto del equipaje de mano, emitió un comunicado durísimo diciendo que la gente prefiere precios más bajos y que si tiene maleta están dispuestos a pagar el plus correspondiente. El comunicado afirma que si la compensación por retrasos fuera sólo a partir de las cinco horas, habría un 40 por ciento menos de retrasos. Dicen que las tres horas no deja a las aerolíneas tiempo para poner aviones o tripulaciones de reemplazo en caso de un incidente.
Vienen a decir que, si con tres horas hay que pagar, en ese caso compensa no enviar un técnico a arreglar el avión y hacer que el pasaje espere hasta resolver el problema que estadísticamente son nueve horas. En cambio, con cinco horas habría tiempo de enviar una tripulación y un avión de reemplazo para resolver el problema, lo que reduciría la espera.
A4E acusa a la Unión Europea de imponerles un combustible, el SAF, que no está disponible. Dicen que sus mandatos no bastan para que aparezca el SAF en el mercado. Recuerdan el caos del control aéreo europeo, diciendo que este verano, sumado todo el tiempo, se han perdido 23 años por falta de eficiencia en el control.