
La competencia por la captación de turistas es tan brutal que cualquier argumento vale si con eso se persuade a las masas de viajeros potenciales para que escojan este o aquel destino. La sorpresa hoy la da Lisboa que se presenta a sí misma como la ciudad más amistosa con los perros. En realidad dice con los animales domésticos, pero cuando vamos al detalle nadie va a salir a pasear por las calles con un gato, de modo que en la práctica todo se orienta al perro (Ryanair se vuelca con Portugal tras su recorte en España).
Los perros, indica la ciudad portuguesa, son bienvenidos en los hoteles, en el transporte público, las terrazas y, por supuesto, los en los parques. Que el animal también conozca los encantos de la ciudad.
La cosa no se queda en generalidades, sino que la oficina de turismo de Lisboa propone itinerarios para hacer con el perro como uno que se inicia en Jardim de Campo Grande, ciertamente apartado de los circuitos más populares, acabando en Caís do Sodre, donde sale el tren para Estoril y Cascais. Así, una lista de recorridos, todos más céntricos que el mencionado. No obstante, la ciudad no limita el paseo a ciertos trayectos.
Igualmente se menciona un listado de hoteles que no se limitan a aceptar perros, sino que están pensados para ellos y, también, sus acompañantes humanos, porque alguien tiene que pagar la factura del alojamiento. Y, por supuesto, Carris, la transportista pública de la ciudad acepta perros en sus vehículos.