
“La subida de la ecotasa no mejorará ni un ápice las preocupaciones de los ciudadanos, no representa ningún paso adelante en la transición económica balear y no contribuirá a gestionar ningún flujo turístico” (“Es incomprensible que no haya medidas contra la catástrofe habitacional”).
Así lo denuncia María José Aguiló, vicepresidenta ejecutiva de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca (FEHM), que carga contra el proyecto del Gobierno de Marga Prohens para incrementar este impuesto a partir del verano de 2026, rescatado a propuesta del portavoz socialista Iago Negueruela.
“Sin duda a quienes perjudicará será a muchos eslabones de la cadena de valor –restauración, actividades recreativas y de ocio, comercio, etc.–, que verán mermado en sus negocios el gasto de los turistas que se alojan en la oferta reglada, para que sus euros engrosen las arcas autonómicas extrayéndolos de la economía productiva”, remarca (Mallorca: 482 millones de euros de la ecotasa “están guardados en un cajón”).
Para Aguiló, lo que se constata con la ecotasa es que “la clase política, en lugar de demostrar su eficacia para que se visualice el destino de lo que se ingresa con este impuesto, se enreda en luchas políticas para distraer la atención pública, lo que se ha puesto de manifiesto en un informe reciente de la Sindicatura de Cuentas que revela la incapacidad de gestionar con efectividad los fondos recaudados”.
Según detalla, “desde 2016, de 698,7 millones de euros recaudados solo se han ejecutado completamente 59 millones”. Además, critica que “falta verificación documental de 160 millones de euros y muchos proyectos obedecen a acciones rutinarias y no proyectos transformadores acordes con los fines del impuesto”.
A su juicio, el Govern debería centrarse en “resolver problemas históricos como la dificultad de acceso a la vivienda, solucionar la movilidad, disminuir las listas de espera del sistema sanitario, ofrecer una educación que contribuya a formar sólidamente a los ciudadanos del futuro, reducir la inseguridad ciudadana y crear nuevas infraestructuras”. “Todo lo demás son cortinas de humo y escenificaciones para obtener titulares en la prensa y en las cuentas de X, evidenciado, otra vez más, la distancia que separa el debate político de la realidad social de la calle”, sentencia.
