
María, clienta de la empresa de rent a car Enterprise devolvió su coche de alquiler intacto, pero se llevó una sorpresa cuando la compañía le reclamó 540 euros por unos supuestos daños: “cables roídos por roedores”.
Ella había alquilado un Volkswagen del 15 al 17 de noviembre de 2024 en el aeropuerto de Sevilla, pagando más de 400 euros. A la hora de devolver el coche, el encargado lo inspeccionó y confirmó que estaba perfecto, devolviendo la fianza sin problemas.
Una semana después, María recibió la carta de la empresa reclamándole los 540 euros, y poco después vio cómo desaparecían de su cuenta. Ante el cobro no autorizado, rechazó el cargo y pidió ayuda a Facua Sevilla para defenderse.
La asociación reclamó a la empresa que demostrara que los daños eran obra de la clienta y recordó que cobrar sin permiso y manejar datos personales sin consentimiento podía acarrear problemas legales. Finalmente, Enterprise reculó, pidió disculpas y anuló la reclamación.